Desde la primera vez que fuimos a Japón, no voy a negar que siempre he querido que nos pillara allí un terremoto.
Para mí era una experiencia casi imprescindible para entender aquel país y, por qué no, para saber lo que se siente.
El pasado año, al ser la segunda vez que íbamos a Japón, realmente estaba convencido de que tendríamos la «suerte» de sufrir un terremoto, pero no fue así.
Este año, después de la cadena de desastres naturales que parecen acosar al planeta (tsunamis, volcanes, inundaciones), realmente me he ido convenciendo más y más de que éste podía ser al año en que viviéramos un seísmo.
Pues bien, esta mañana, leyendo el blog de Fani tras desayunar, como hago casi todas las mañanas, me he encontrado un artículo que parece corroborar aún más mi teoría.
En el artículo, titulado «En calma chicha«, Fani comenta que se encuentra nerviosa por la espera y que quizás éste sea el año del «big one«, el gran terremoto que, supuestamente, arrasará Japón…
Hace ya años que se le espera. ¿Será 2010 el año señalado o habrá que esperar a 2012?