Ayer por la noche pudimos disfrutar de una de las películas más famosas del excéntrico director David Lynch.
«Corazón Salvaje» («Wild At Heart«, 1990) es una extraordinaria road movie protagonizada por nuestro idolatrado Nicolas Cage, en uno de sus papeles más carismáticos.
Sinopsis

Esto le lleva a la cárcel, de la que consigue salir un tiempo después gracias a un permiso carcelario.
La madre de Lula, Marietta Fortune (Diane Ladd), se opone a esta relación y decide contratar a un mafioso para que acabe con Sailor. Un oscuro pasado le convirtió en un objetivo a eliminar.
Sailor, luciendo su personal chupa de serpiente, y Lula huyen de la localidad fronteriza entre Carolina del Norte y Carolina del Sur en la que se encuentran, para alejarse de la madre Lula, viajando por extraños y casi desérticos parajes, con destino California, a bordo de un precioso Ford Thunderbird del ’64.
El extraño universo de David Lynch
Conviene avisar de que no se trata de una película fácil de ver. No puede catalogarse como una película de acción simplemente, sino que se mueve dentro del universo de David Lynch: una atmósfera inquietante, extraña e incómoda.
Así, el argumento vuelve a estar conducido según el ya conocido estilo narrativo de Lynch, donde se entrecruzan historias paralelas con imágenes oníricas, una galería de freaks y tarados y ese reconocible envoltorio rockabilly que tanto gusta al excéntrico realizador.
Entre la larga lista de extraños personajes, pueden verse algunas caras conocidas que aparecen en la serie Twin Peaks dirigida también por Lynch y que acabó abandonando al final del rodaje de los primeros episodios para, según reconoció él mismo, centrarse más en el rodaje de Corazón Salvaje.
Una excelente road movie
Todo el complejo guión sirve para contar una historia de sexo y violencia donde la carretera es el hilo conductor.
Y es que el viaje transcurre con inesperados encuentros, situaciones inverosímiles en algunos casos pero sobre todo, con recuerdos de la traumatizante infancia de Lula y del oscuro secreto que hace que Sailor esté perseguido por los matones.
A lo largo de toda la película se hacen contínuas alusiones a El Mago de Oz, tal vez porque el director pretende dar a la película un carácter de viaje iniciático.
Reparto de lujo

Una banda sonora mítica
Respecto a la banda sonora, la crítica tiende a valorar positivamente los trabajos de Angelo Badalamenti en las películas de Lynch, algo que no compartimos en absoluto.

Dentro de la selección de temas musicales que incluye la banda sonora, destacan «Wicked Game» y «Blue Spanish Sky«, de un joven Chris Isaak que, gracias a esta película, consiguió reconocimiento internacional (si bien ya era conocido por su tema «Blue Hotel», incluído en la serie «Detective Privado» de 1989).

Una película icónica
En conclusión, a pesar de las críticas irregulares hacia el film, lo cierto es que nos encontramos ante una película que se ha convertido en un icono de las road movies y en el trampolín definitivo tanto para David Lynch como para Nicolas Cage. Un cinta que de seguro hubiera soñado con firmar el propio Quentin Tarantino.




