Con la «resaca musical» de ayer, nos hemos levantado relativamente tarde para lo que es habitual en nosotros y, para esa hora, Eva ya llevaba un rato levantada y pegada al facebook 🙂
El día ha amanecido lluvioso y frío.
Dado que Antonio se ha quedado medio dormido escuchando la radio, porque le espera un viaje muy largo a Sudáfrica, hemos decidido bajar a tomar un chocolate con churros a una cafetería muy cercana a casa, Churrería La Clásica.
La verdad es que este clima, a diferencia de lo que le pasa a mucha gente, me encanta.
Nada mejor que un domingo lluvioso tras un sábado de fiesta.
En la cafetería hemos estado charlando con Eva sobre su vida y la nuestra. Sobre el pasado, el presente, y sobre todo, el futuro.
Parece ser que un plan conjunto a finales de enero es factible, aunque poco probable.
Pero bueno, el tiempo dirá.
Es más, la nochevieja también es factible, pero no creo que acabe saliendo un plan.
Tras un buen rato charlando, hemos vuelto a casa, donde Antonio ya se había levantado.
De nuevo, al igual que ayer, hemos decidido salir a tomar unas tapas.
Para hoy hemos pensado volver a probar suerte en el «Indalo».
Tras arreglarnos (y sobrevivir a mi semi-caída por las escaleras de casa) hemos vuelto con el coche al centro.
La suerte nos ha acompañado y hemos conseguido mesa en el «Indalo».
Tras una comida larga en viandas y en conversación, donde hemos tocado temas como los viajes y otros más frikis, nos hemos acercado a tomar un café a un curioso local llamado «Hemisferio» donde un viejo proyector era el protagonista de la decoración.
Allí hemos disfrutado de unos barrocos y extravagantes cafés. El mío ha sido un «hawaii». El nombre lo dice todo.
Pero todo tiene un final y, en este caso, el AVE marcaba la hora: las 7:15, por lo que Antonio y Eva nos han acercado a Chamartín, cruzando las calles de Madrid a toda velocidad con los edificios del centro financiero de fondo, mezclados con una tarde lluviosa y fría que iba perdiendo la luz más deprisa de lo habitual.
Ya en la estación, hemos dedicado el tiempo extra a visitar las tiendas de por allí y no hemos podido evitar cruzarnos con un par de indeseables, pero esto de las estaciones es lo que tiene…
Ha sido un gran fin de semana.