Es increíble cómo se pasan los días.
Enfrascados en proyectos, en reuniones familiares y en la maldita rutina, dulce veneno de la vida, se pasan los días del verano.
Pero todavía queda el mes de agosto para disfrutar, para soñar, para sudar… y tal vez para escapar.
Ayer por la noche volvimos a ver «Amor a Quemarropa» y volvimos a sentir la felicidad de nuestros road trips por Estados Unidos.
Este tema de la banda sonora creo que resume ese sentimiento:
Hace un rato hemos estado hablando y, tras descartar la posibilidad de largarnos el 15, ya que es demasiado precipitado y restaría encanto a la aventura, hemos tomado la decisión: 22 o nada.
Es una decisión tajante, pero tenemos muy claro que queremos vivir el verano: días largos, noches cortas y calor.
Por ahora solo hemos cambiado la fecha de mi peluquero al día 20 por la tarde, y Pilar está cambiando la fecha de cita para sacar el carnet de conducir internacional.
En pocos días (u horas) sabremos si es posible este viaje.