Hace unos minutos, mi compañero de trabajo me ha comentado que quedan 183 días para que acabe el año, lo que significa que dentro de un rato, a las 12:00 del mediodia, habrá pasado la primera mitad exacta del año.
Esto invita a un reflexión.
Hasta ahora no podemos quejarnos de la suerte que hemos tenido en diversos asuntos aunque, como ya sabéis los que nos conocéis, éste no ha sido un curso fácil, ni mucho menos.
Han sido unos meses de dudas, de miedos, pero sobre todo, de recapacitar mucho sobre la vida; sobre lo que hemos vivido y sobre lo que nos queda por vivir.
Esperemos que, en adelante, se cumplan nuestros planes. Desde luego, haremos lo posible para que eso suceda pero, en el caso de que no sea así, siempre nos quedará este diario, en el que podremos recordar los momentos en los que los planes nos salieron como queríamos.