Uno de los mejores momentos del día llega cuando dejamos de estudiar y nos tiramos en el sofá a ver una película mientras en el microondas se hace un cuenco de palomitas.
Las que más nos gustan son unas que vende Félix en su kiosko, llamados "palomitones", en cuyo envoltorio sale una niña muy graciosa que me recuerda totalmente a los diseños japoneses.
Nos encanta la niña y nos encantan esas palomitas.