Ayer por la noche vimos una buena película de intriga y acción.
Desde que el pasado lunes hablamos de la leyenda de los 47 rōnin, y puesto que hicimos referencia a la película del mismo título, dirigida en 1998 por John Frankenheimer, ayer por la noche decidimos volver a verla.
Sinopsis

La misión no parece demasiado complicada, pero tras un intento de contragolpe por una banda de mafiosos, la película comenzará a dar giros inesperados.
El significado del título
Lo que el argumento pretende explicar (que mayor o menor acierto) es que, al igual que en su día hicieron los ronin, personas de honor pero socialmente peor vistas por no tener señor, en la Europa actual existen mercenarios muy preparados, que venden su lealtad y su vida al mejor postor, con el único objetivo de cumplir la misión que le han encomendado.
Un film de aire clásico
Estamos ante una gran película, que sigue los pasos de algunos clásicos de los ’60 y los ’70. Una película de intriga a la vieja usanza.
La, en algunos momentos, complicada trama, está perfectamente adornada de escenas de persecuciones magníficamente rodadas, que ya hubieran querido para sí muchos realizadores de Hollywood.
Un reparto excepcionalmente equilibrado
El elenco de actores, todo un lujo, cumple a la perfección, e incluso se sitúa por encima de la calidad del propio guión, especialmente el dúo Robert De Niro – Jean Reno.


Es un actor interesante, polifacético y, en todo caso, un buen actor.


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Impresionantes secuencias de persecución
Por otro lado, en el apartado técnico, destacan las escenas de persecuciones, como ya hemos comentado.
Después de ver esas impresionantes escenas no podemos dejar de recordar las que aparecen en las películas de la trilogía de Bourne.

Bellas localizaciones
Además, el encanto ribereño de pueblos de Francia como Arles o Niza, le da al film un aire especial, a lo Belmondo.
Aunque nos surge una pregunta: ¿es que las persecuciones quedan mejor si se ruedan en Europa?




