Este pasado fin de semana, entre otras cosas, lo hemos dedicado a ver todos los documentales que tenemos grabados sobre Estados Unidos.
Se trata de un DVD que grabé hace unos años y que incluye todos los programas «clásicos» de Guías Pilot sobre ese país.
Aunque no necesitamos ese tipo de documentales después de tantos años viajando hasta allí, nos apetecía volver a verlos por dos motivos.
Primero porque, al menos yo, tenía en mi mente grabadas algunas imágenes que quería volver a ver (viajando en Mustang a través de preciosas carreteras de montaña en Canadá, el «festival del hombre quemado», viajar en un destartalado coche de segunda mano, etc), pero también para asegurarnos de que realmente no estábamos olvidando nada que pudiera interesarnos.
Pues bien, ha sido una enorme sorpresa comprobar que no recordábamos tantos detalles como creíamos. Y ello nos ha servido para animarnos aún más a hacer planes (en vez de dejarlo para el final) y también para tomar algunas ideas que podrían ser interesantes.
Hay unas cuantas localizaciones que se visitan en esos documentales y que aún no hemos visitado, como Roswell, Salvation Mountain y, por supuesto, las Rocosas.
Lo que, por desgracia, no podremos conseguir es precisamente una de las cosas que siempre he deseado más fervientemente: viajar por las carreteras de Estados Unidos a bordo de un viejo coche de los ’60.