Todas las mañanas estamos despertándonos confusos.
Sin duda, ha sido el viaje de nuestra vida, y no solo por los muchos lugares que hemos recorrido, la gente que hemos conocido y las cosas que hemos hecho sino que también ha sido el viaje de nuestra vida por la intensidad con la que hemos vivido cada momento.
Es un viaje que no olvidaremos jamás.
Pero, de momento, es un viaje que nos desorienta cada mañana.
Por suerte (o por desgracia) este "síndrome" remitirá pronto…