Ayer por la noche, en la «Fontana de Oro» estábamos convocados por Carlos.
El motivo de la celebración era celebrar la llegada de Carlos a los 36 años (sano y salvo, jeje).
Fuimos en coche hasta cerca de los «Cuatro Cantones» con Jorge, que nos iba contando algunos detalles sobre su próximo viaje a Italia, que comienza este mismo domingo.
Aprovechó a preguntarme sobre el funcionamiento de su nueva cámara fotográfica sony. La verdad es que le dí pocos e interesantes consejos pero, dado que nunca antes ha manejado una cámara digital, me da la impresión de que fue demasiada información en tan poco tiempo.
Al llegar a la Fontana vimos que Laura y Ricardo estaban también invitados. Laura es una compañera de trabajo de Carlos que pudimos conocer hace pocas semanas por unas fotos que el propio Carlos colgó en facebook.
El resto de invitados fue llegando mientras degustábamos una cañita fresquita acompañada de la enorme cantidad de cosas que suelen servir allí como aperitivo. Creo que este año no haremos operación bikini…
La divertida noche transcurrió sin darnos cuenta, conversando y riéndonos con los comentarios de algunos contertulios, remojado todo ello con las cervezas deluxe a las que nos invitó Carlos (y las buenas tapas del lugar).
El momento culmen llegó cuando Carlos se decidió a contar alguno de sus chiste de chiquito que, como todo el mundo sabe, los clava (si algún día nos deja, colgamos los videos).
Jorge no se animó a contar algún chiste a lo Jorgenio, con lo cual seguimos sin saber cómo lo hace, pues solo se animó a contarlos la primera nochevieja que pasamos en Nueva York.
Por fin, a eso de las 2 de la madrugada, decidimos acabar la fiesta, porque todos teníamos que trabajar hoy, y no podíamos llegar demasiado reventados al trabajo.
Eso sí, abandonamos el local cantando el «ay, se va, se va» al estilo tuno…
¡ Felicidades Carlos !