Hemos salido a las 11:00, como siempre, a tomar el café de media mañana pero, al final, hemos preferido cruzar el puente e ir «al centro».
En el aparcamiento del trabajo hemos visto este árbol, en el que no nos habíamos fijado antes.
Se trata de un cerezo japonés.
¡ Qué bonito es lo japonés !
No hemos podido resistirnos a hacerle una foto con el móvil.
No es gran cosa la foto, pero algo es algo…
La imagen del bello árbol rompía con la escena gris del aparcamiento.