Estos últimos días, e incluso semanas, hemos disfrutado de un clima inusualmente cálido y benevolente en estas tierras.
Un clima que, aunque resulta muy agradable, traerá consecuencias negativas, pues estamos viviendo unos meses extremadamente secos.
El pasado día 13 ya comentábamos que había comenzado a florecer, aunque todavía tímidamente, uno de los cerezos que adornan los exteriores del edificio en que trabajamos.
Al día siguiente, dicho árbol ya estaba completamente cubierto de flores, y algunos otros cercanos también comienzan a mostrar toda su belleza.
Me he sentido tan primaveral, que incluso he modificado el aspecto de la pantalla de mi iPhone.
Justamente hace un rato, Pilar nos decía en twitter a mí, a Raquel y a Ana: "Que nos esperen!!", en alusión al florecer de los cerezos en Japón.
Y es que, parece ser que este año la floración de los cerezos (sakura) en Japón, como ya adelantamos a mediados del mes pasado, se retrasará un poco debido a las bajas temperatura registradas en invierno.
De momento, el buen clima nos ha permitido disfrutar de inolvidables descansos de café en el trabajo, sobre todo desde que hemos descubierto un pequeño rincón a orillas del Pisuerga, en el que estamos bien acompañados.
Tal vez hoy comience a empeorar el clima…