La vida está llena de sorpresas.
Cambios inesperados hacen que cada día y cada año, sucedan cosas que no nos esperamos.
Las dos últimas nocheviejas las hemos pasado en Nueva York, pero este año no.
Hace un año, por ejemplo, tal día como hoy, nos disponíamos a tomar las uvas en Nueva York a las 6 de la tarde (00:00 hora española) para luego, despedir el año en Times Square al grito de la cuenta atrás para comenzar el nuevo año mientras la reluciente bola bajaba del edificio Uno de Times Square.
De Times Square a un pequeño pueblo de Zamora.
Pero las sorpresas que nos depara el futuro no terminan ahí.
Porque la vida es así.
Justo hace ahora 10 años, nos hicimos una foto junto al escaparate de una tienda que anunciaba el comienzo de una nueva década y, según algunos, de un nuevo milenio.
Al año siguiente, en el bar Gente Corriente, descubrimos que habían colgado un cartel anunciando el nuevo año 2001. No pudimos resistirnos a inmortalizar nuestra imagen con una foto.
Ese fue el comienzo de una tradición que, justamente ahora que se cumplen diez años, parece que termina.
En estos pasados diez años, cada nochevieja, antes de la cena, nos hemos juntado en algún bar (generalmente en La Gomila) para hacernos unas fotos con unas hojas donde escribíamos el nuevo año que llegaba.
Hoy, por primera vez, sabemos que eso no va a ser posible.
A cambio, nos hemos hecho una foto junto al árbol de navidad de nuestra casa.
Del ruido de un abarrotado bar en nochevieja, al silencio de nuestra casa la última mañana del año.
Y es que, la vida te da sorpresas.
¿Qué será de nosotros en 2010?
Sonando: «Inside of Love» (NADA SURF)