¿Quién ha dicho que Burgos sea una ciudad fría?
Quizás sus calles sean frías y húmedas una tarde de enero, quizás su gente no destaque por su sentido del humor. Tal vez conozcas otras ciudades más apetecibles para pasar un sábado.
Pero no es eso lo que pensamos nosotros. No cuando pasas la tarde rodeado de amigos, celebrando una nueva vida.
Así fue el día de ayer, lleno de buenos momentos, de alegría. En fin, de buenos amigos.
No podemos negarlo, éste es para nosotros un momento de tribulación, de dudas, de cambio.
Lo que no es tan evidente es que se trate de un momento de oportunidades.
Aún así, no perdemos la esperanza y, sobre todo, la fé en el Verdadero Juez.
La llamada ya está hecha. Ahora toca esperar (sin desesperar).
No cabe duda de que éste es un viaje de fe. Quien salte de la cabeza del león probará su valía…