Ayer por la noche elegimos ver, totalmente al azar, la nueva versión de «La Guerra de los Mundos» («War of the Worlds«, 2005).
Una obra maestra del genial H.G. Wells
Se trata de otra versión cinematográfica de una de las novelas de ciencia ficción más influyentes de todos los tiempos que, con el mismo título, fue escrita en 1898 por mi autor favorito de ciencia ficción, H.G. Wells,
La versión de Orson Welles
Esta versión cinematográfica no sólo se basa en dicha novela, sino que también añade elementos del mítico programa de radio de 1938 en el que un joven Orson Welles retransmitió una versión radiofónica de la novela y provocó el pánico en la población norteamericana.
Elementos de la versión cinematográfica de 1953

Por lo tanto, esta versión aparece 52 años después de la primera, que en su día dirigió George Pál, y supone la segunda colaboración entre Tom Cruise y Steven Spielberg tras la desconcertante y mediocre «Minority Report«.
Curiosamente, en ese mismo año 2005 se estrenaron tres diferentes versiones cinematográficas de la novela.
Sinopsis
La película narra la historia de una invasión del planeta tierra por los marcianos, y la extraordinaria batalla de la humanidad por la supervivencia a través de los ojos de una familia americana. Ray Ferrier (Tom Cruise) es un descargador de muelle, divorciado y padre nada modélico.

A lo largo de la película, alguien cae en la cuenta de que la inteligencia extraterrestre lleva observando nuestro mundo desde su primer amanecer y sin mediación alguna ha decidido poner fin a la humanidad en ese preciso momento. Más adelante se irá entendiendo aún más el objetivo de esa raza extratetrrestre.
Inquietante desde el primer al último minuto
Tim Robbins aparece brevemente en la película en el que quizás es el peor y más insulso papel de su vida, un científico llamado Ogilvy.
He de reconocer que la adaptación al cine de una de las obras de mi autor favorito de ciencia ficción me causa siempre un interés especial, acompañado del temor de encontrarme con el enésimo bodrio impresentable (como ya sucediera con «El Hombre Sin Sombra» o la revisión de «La Máquina del Tiempo» del año 2002).
La película, sobre todo en sus primeros minutos de metraje, nos recuerda a «Independence Day« (véase el plano de Tom Cruise descendiendo las escaleras de su casa con las escaleras superpuestas de las casas unifamiliares de los vecinos).

Eso no significa, sin embargo, que no se disfrute como un enano viendo esta película y comiendo palomitas. Eso ha de quedar claro.
Grandes efectos especiales. Cierto vacío en la dirección
Lo que sucede es que estamos ante una película de grandes efectos especiales que incluye algunos momentos impresionantes, pero que carece del carácter de espectáculo que uno espera de Steven Spielberg. Además, la mayor parte de los personajes son decepcionantemente planos, especialmente el de Tom Cruise, un actor que año tras año se va haciendo más inexpresivo.
Por cierto, la escena del choque del avión nos ha recordado a «Señales del Futuro«, pero también a ese capítulo de «Cuentos Asombrosos» o a ese otro de la serie «Entre Fantasmas» (los que hayáis visto esas series sabréis de qué hablamos…)
El toque comercial de Spielberg se deja ver a partir de la mitad de la película y, en especial, al final, donde acude a un notable deux ex machina.
El nuevo auge de Steven Spielberg

Localizaciones de rodaje
Mientras la versión original tiene lugar en los alrededores de Londres y relata la experiencia de un periodista británico de finales del siglo XIX, esta nueva versión está ambientada en los primeros años del siglo XXI, y como en el mítico programa de radio de Orson Welles, la historia comienza en Nueva Jersey.
Parte de la película fue rodada en Newark, en el distrito Ironbound (de hecho, la escena en la que el primer alienígena emerge del suelo fue rodada en Ferry Street).
Algunas partes principales de la película se rodaron en Bayonne (Nueva Jersey), donde se ubica la casa del protagonista, con esas bonitas vistas del Puente sobre la calle, que posteriormente es destruido.
Personalmente, me ha encantado una de las primeras escenas, en la que vemos a Tom Cruise derrapando con su viejo Mustang Shelby.
Actualización del 5 de julio de 2016:
Añadimos un mapa con la ubicación de la casa del protagonista.
