Durante nuestro periplo por el oeste americano, caí en la cuenta de que, con las prisas, había olvidado llevar un álbum que considero básico.
Y es que no hay un disco que encaje mejor con ciertos ambientes del oeste, especialmente con los pueblos de alrededor de Las Vegas, como el «Tuesday Night Music Club» de Sheryl Crow (web oficial).
Quizás se trate de una de las mejores postales musicales de eso que algunos llaman «la América profunda».
Podría definirse el sonido de la mayor parte de los temas de este disco como evocador.
Por supuesto, se trata de una valoración personal, pero es que desde que se publicó este disco en agosto de 1993, siempre me sonó profundamente americano, o mejor aún, profundamente arizoniano.
Temas como «Can’t Cry Anymore«, «Leaving Las Vegas» o «All I Wanna Do» me ponen la piel de gallina cada vez que los escucho.
Este disco me suena a Ruta 66, me suena a los alrededores de Las Vegas, me suena a Las Vegas al atardecer en Fremont, me suena a conducir un Cadillac Eldorado del ’65 por las carreteras de Nevada, me suena a repostar en una Philips 66…
Por cierto, hablando de la Ruta 66, no debo olvidar el tema «Real Gone» compuesto especialmente para la película «Cars» que me parece alucinante y muy acertado para momentos en los que te apetece pisar un poquito más el acelerador por las carreteras del oeste.