Ayer se cumplieron 17 años de la publicación del que es, sin duda, el álbum más famoso del ecléctico, inconformista e inclasificable Beck.
Junio de 1996: publicación de «Odelay»
Gracias a un tweet de la revista musical Rolling Stone, hemos podido recordar que el 18 de junio de 1996 se publicó «Odelay«. Por cierto, podéis leer un artículo al respecto precisamente en su edición digital.
¡Cómo pasa el tiempo!
Corría el año 1996, un año crucial en nuestra historia personal, como muchos ya sabréis.
Ese año Beck, el cantante y compositor originario de Los Angeles, publicaba «Odelay», un álbum que, en pocas semanas, pasaba a convertirse en toda una leyenda, superando su aclamado «Mellow Gold«, que incluía todo un himno generacional como era «Loser«.
Experimentando con el hip hop de la vieja escuela
Precisamente como continuación de la línea experimental comenzada por «Loser«, Beck decidió componer la mayor parte de los temas de «Odelay«, alejándose, temporalmente, de la corriente del «nuevo country«, y adentrándose en el hip hop de la vieja escuela, como reconoció en un documental que pude ver en el verano de 1996 en TVE.
En el álbum, el genial Beck mezclaba folk, rock, hip hop y toques de música disco, aderezados por su ya característicos ruidos molestos, en un totum-revolutum que sonaba moderno y, a la vez, extraordinariamente retro.

La portada de «Odelay»

Durante un montón de años pensé que se trataba de una foto surrealista al más puro estilo kitsch americano de los años ’50.
Pero hace no muchos meses pude descubrir algo que cambió profundamente mi percepción de dicha portada (ojo, quizás se trata de una especie de spoiler para muchos de vosotros): lo que salta por encima de la valla es un perro. Sí, se trata de un komondor, una extrañísima raza de perro procedente de Hungría.
Aunque la portada del disco no es lo único que llama la atención del diseño. Todo el álbum es una pequeña obra de arte.
Devil’s Haircut, el corte de pelo del diablo

Por las calles de una Nueva York casi irreconocible a primera vista, Beck desfila por delante de lugares tan emblemáticos como la estación Grand Central, Times Square, Coney Island o Chinatown, vestido con una llamativa chupa de cuero marrón claro y un sombrero vaquero, ajeno a unos extrañas personas que parecen espiarle desde los tejados.

De hecho, ese videoclip fue el motivo de que yo adoptara, por entonces, el look retro de chupa de cuero tres cuartos vintage.
Posteriormente, recuerdo haber visto en televisión, una mañana de verano, el impresionante videoclip de «Where It’s At«, para mi gusto, uno de los diez mejores videoclips de la historia, que resume perfectamente el estilo «corta/pega» de Beck, con unas fuertes reminiscencias kitsch de la América profunda.
Por cierto, dentro del capítulo de Futurama titulado «Bendin’ in the Wind» («Doblando en el Viento«), en el que aparece Beck como estrella de todo el capítulo, Bender acompaña a la estrella en una versión extraordinariamente larga y robótica de «Devil’s Haircut«.
Recuerdos personales

En mayo de 1997, Beck fue cabeza de cartel del Festimad y su concierto del viernes 2 de mayo, al que no pude asistir, se retransmitió por Radio 3 de RNE. Otro de los recuerdos que nunca olvidaré. (Por cierto, Paco Pérez Bryan lo entrevistaría dos días después).
También recuerdo despertar con el brutal comienzo del tema «Lord Only Knows» programado en el despertador, para viajar a Salamanca con motivo de nuestro segundo aniversario juntos; cita que pospusimos un día.
El sonido de este álbum nos acompañó en alguno de los buenos ratos que pasamos en un bar ya cerrado, La Traviata.
Así sonaba, en vivo, el álbum «Odelay» en 1997:

Posteriormente vendría su álbum más calmado y country, «Mutations«, que tanta compañía nos hizo por el Oeste americano en 2008. Pero esa es otra historia…









No he podido hacer otra cosa mas que sonreir constantemente leyendo este artículo. Un viaje en el tiempo 🙂 Una maravilla! 🙂 Muacks 😉