Hoy hemos desayunado con esta música.
Se trata del mítico Jeff Buckley, un artista que, heredando las aptitudes y creatividad de su padre, consiguió convertirse en toda una promesa de la música a mediados de los ’90.
Un desgraciado accidente mientras nadaba en un río de Tennessee, acabó con su vida y truncó una carrera que habría sido imparable.
Que Dios le tenga en Su Gloria.
P.D.: ¡¡¡por fin se ha acabado agosto!!! ¡¡¡ya llega el otoño!!!