Parece ser que la economía japonesa comienza a recuperarse de la crisis.
Durante los últimos años Japón se ha quitado el San Benito de ser el país más caro del mundo. La causa ha sido la debilidad del yen frente a las monedas más importantes, como el dólar o el euro.

Pero no solo eso. Nagoya es ahora la cuarta más cara, Yokohama la quinta y Kobe la séptima.
Esta situación afecta al turismo claramente, pues el coste de un viaje a Japón puede verse aumentado un 20% y hasta un 30% respecto a los costes del año pasado, lo que casi suena irónico, pues en realidad en Japón continúa la leve deflación (caída de precios) que el país lleva sufriendo veinte años.

El informe de coyuntura económica Tankan se elabora con datos de más de 11.400 empresas japonesas.
El BOJ prevé que la confianza empresarial continúe mejorando a lo largo del año.

Los grandes fabricantes japoneses esperan que sus beneficios aumenten este año fiscal una media del 43,8%, tras caer un 3,7% en el ejercicio anterior (en Japón los ejercicios fiscales van de junio a junio, a diferencia de países como España, donde va de enero a enero).
En nuestra humilde opinión, como economistas 😉 , hay fundados motivos para pensar que el euro no dejará de depreciarse respecto al yen (o al dólar), o lo que es lo mismo, muy probablemente deje de ser un relativo chollo viajar a Japón, volviendo, en parte, a las épocas en que Japón se ganó la merecida fama de destino turístico más caro del mundo, a mediados de los ’80.


