El día amanece lluvioso y con el sonido de los sutras.
Partimos desde el monte hasta el castillo más famoso de Japón.
La construcción es impresionante, pero las vistas aún más.
Cruzamos el mar para ver el torii que flota, o eso dicen por allí. Acabamos visitando la tristemente conocida ciudad de Hiroshima. se nos ponen los pelos de punta viendo las ruinas que quedan de lo que nunca debió suceder.