Ayer por la noche comenzamos a ver «Los Hombres Que No Amaban a las Mujeres» («Män som hatar kvinnor», es decir, «los hombres que odiaban a las mujeres«) del año 2009.
Los hombres que odiaban a las mujeres

Dado que se trata de una película de gran metraje (2 horas y 45 minutos), hemos acabado de verla hoy.
Sinopsis
La trama comienza cuando un rico industrial llamado Henrik Vanger (Sven-Bertil Taube) ex-director de la Corporación Vanger, una de las empresas más importantes de Suecia, propone al periodista Mikael Blomqvist (Michael Nyqvist) investigar la desaparición de su sobrina, Harriet Vanger, 40 años atrás, un 29 de septiembre de 1966, a la edad de 16 años, sin dejar rastro, prometiendo una cuantiosa recompensa económica.
El propio Mikael tiene problemas con la justicia: acaba de ser sentenciado a tres meses de cárcel por difamar al poderoso empresario Wennerström, en la revista Millenium, de la que es co-director.


Entramado argumental complejo, escabroso y con mucho gancho
Disputas familiares graves por el reparto de las acciones de la compañía y un oscuro pasado nazi de varios de sus miembros son el telón de fondo de la investigación.
El descubrimiento de algunos hechos escabrosos y la vivencia, por parte de Lisbeth, de algunos momentos especialmente inhumanos, conforman el complicado entramado argumental de la novela y de la película.

El director consigue plasmar el ambiente frío y solitario que viven los protagonistas, así como la tensión y la intriga de la trama, aunque en otros momentos se excede en la duración del recurso a la lluvia de datos, que provoca un cierto hastío previo a conocerse la conclusión de la pista.
Sexo y violencia
El ambiente intrigante, que recuerda lejanamente al de la trilogía de Bourne, se mezcla con las escabrosas escenas de sexo y violencia. Sin duda, un producto difícilmente vendible en su integridad en el mercado puritano estadounidense.
El personaje de Lisbeth Salander
Al final de la película, quizás lo más representativo, lo que más atrapa al espectador, es el personaje de Lisbeth. Mikael acaba en un segundo plano, eclipsado por el papel de Noomi, y por un guión que aplana bastante su personaje.



