Esta mañana nos hemos levantado bastante pronto a pesar de que sea festivo en nuestra ciudad.
En televisión estaban emitiendo «Encuentros en la Tercera Fase«.
No es necesario comentar que se trata de un gran film de ciencia ficción (y no es mi intención hablar de esta película de sobra conocida por todo el mundo).
Al ver las escenas veraniegas nocturnas de esa zona de Estados Unidos me ha invadido una enorme nostalgia.
Una nostalgia positiva (si se puede decir así) recordando las sensaciones que solía sentir todos los años por estas mismas fechas (especialmente en 2009, 2010 y 2011) cuando sabíamos que estaba cerca el siguiente viaje por el Oeste de Estados Unidos.
Esas mañanas luminosas y aún un poco frescas en las que, tras el desayuno, hablábamos de nuestros deseos y planes por cumplir, sentados en el viejo sofá rojo de pana.
Esas mañanas en las que añadía un nuevo artículo a este blog (un pequeño trozo de texto acompañado de alguna foto y quizás un fragmento de video) expresando, tal y como estoy haciendo ahora, mis sensaciones y mis deseos, así como nuestros posibles planes futuros.
Es imposible expresar la sensación de júbilo, de profunda alegría, que sentiamos en esos momentos en los que parecía que el mundo había sido puesto ahí para que lo descubriéramos.
Los pusilánimes de espíritu jamás comprenderán de lo que hablo, pues su simpleza de miras y, generalmente, su orgullo y vanidad, no les dejan disfrutar de la verdadera miel de la vida.
Y no seré yo quien se lo explique.
Ahora solo me queda esperar y ver qué sucederá este verano.
Un verano que se presenta algo diferente a lo habitual.