Una de las cosas que pensábamos hacer si volvíamos a Nueva York era pasarnos por el Soho a ver tiendas y comprar lo que nos apeteciera. Al fin y al cabo, estamos en crisis y, según las noticias, en Estados Unidos los descuentos estaban siendo históricos (nosotros llegamos a ver descuentos de hasta el 80%).
Además de los clásicos Calvin Klein que otras veces habíamos comprado allí, ahora queríamos repetir la compra de calzado, que todavía se sigue encontrando del made in USA, y a muy buen precio.
Nos recorrimos el Soho casi de noche, esquivando a la gente más o menos pijilla que entraba y salía de las exclusivas tiendas del barrio. En Nueva York, muchas mujeres son como Carrie Bradshaw…
Ironías del destino: al final, las botas de mis sueños estaban en Noho, cerca de casa. Y encima, a mitad de precio que en algunas exclusivas zapaterías del Soho. Ya sabeis: busque, compare…
Después de comprar las botas, nos fuimos hasta Times Square a recoger las entradas del cotillón.
Modificamos la reserva del hotel que tenemos reservado para los últimos días, pues hemos decidido quedarnos solo la última noche, y cenamos algo en un deli de Herald Square, al lado de Macy’s.