Parece que nunca iba a llegar, pero hoy comienza la última semana de trabajo antes de nuestro viaje al Oeste de Estados Unidos.
Los nervios están al máximo, sobre todo después de un fin de semana intensísimo en el que nos hemos dedicado a cerrar algunas cuestiones que seguían pendientes. No obstante, aunque parezca increíble, seguimos sin tener alojamiento para los primeros dos días en Seattle. Hemos escrito a dos o tres hoteles para ver si les quedan plazas disponibles, pero todavía no nos han respondido. Parece ser que Seattle es una ciudad con un altísimo grado de ocupación hotelera, hasta el punto de que están prácticamente al 100% de la ocupación incluso los hoteles más caros.
El plan que más nos seducía era el de alojarnos en un Bed&Breakfast de Capitol Hill, para estar más «en la movida», pues esta zona es la que más estuvo en auge en la época grunge. Por desgracia está todo pillado desde hace tiempo, y eso que hemos visto hasta incluso un edificio en el que solo había dos viviendas y de un diseño espectacular, pero no ha habido forma.
En fin, ya veremos si nos responden positivamente de algún hotel, porque si no, estamos barajando la posibilidad de dormir en algún pueblo cercano, pero me parece una malísima solución a tenor de los planes que tenemos para el segundo día.
Aunque casi un pelín tarde, Mariano Lozano ha colgado lo que parece ser su último capítulo sobre una visita rápida a Seattle. Es éste:
Seattle: los barrios periféricos
Fuera del centro de la ciudad, Seattle es una ciudad que se desparrama a lo ancho, como todas las ciudades americanas. Avenidas que corren de Norte a Sur y calles que se dibujan de Este a Oeste van configurando el tejido urbano cuyo núcleo es el downtown. Conforme la ciudad va creciendo hacia el norte, va asimilando pequeños pueblos cercanos con entidad propia convirtiéndolos en barrios o suburbs. Buenos ejemplos de ello son Fremont o Ballard. Si se dispone de suficiente tiempo no hay que perderse estos lugares, así que para optimizar el tiempo voy a dar unas pinceladas a lo imprescindible y para ordenarlo un poco voy a empezar por el Noreste y siguiendo el sentido contrario a las agujas del reloj. Igualmente veremos unos puntos interesantes repartidos por el extrarradio de la ciudad que también merecen una visita por diversos motivos.
Capitol Hill
Este barrio, al noreste de downtown, es uno de los más singulares de la ciudad. Casas de principios de siglo muy señoriales se reparten por todo el barrio. La principal calle es Broadway Avenue, una calle con muchísimo ambiente: piercings, tatuajes, moda alternativa, ambiente gay, clubes nocturnos, teatros de autor, restaurantes y comercios de carácter étnico se dan lugar aquí. Si un nuevo movimiento tiene que surgir de Seattle, como en su día fue el grunge, saldrá de aquí. Si un autor de fama mundial tiene que salir de Seattle, se habrá curtido en Capitol Hill.
Mis recomendaciones para esta zona no son carne de guía turística, pero son las de Mi Ciénaga. Por ejemplo, ver una película como lo hacían nuestros abuelos en un cine de principios de siglo, en el Harvard Exit, que ya visitamos en su momento. Otro ejemplo, tomar un café en el barrio donde mejor café se toma de todo Seattle. Son conocidos los coffee-shops de Capitol Hill, antiquísimos y fuente de inspiración de muchos y conocidos artistas. Por ejemplo, el B&O Espresso (Actualización Nov 08: lo están trasladando a Broadway Ave) donde Pearl Jam se inspiró para poner el nombre a su grupo grunge o el Cafe Paradiso (hoy llamado Caffé Vita on Pike).
Finalmente, la St. Mark’s Episcopal Cathedral, parece cualquier cosa menos una catedral. Es famosa por muchas cosas, pero quizás la más llamativa y que no se nombra en las guías es su gran labor social ayudando a los pobres y enfermos de SIDA.
Volunteer Park y el Arborettum
Junto a Capitol Hill, hacia el Norte está este cuidado y tranquilo espacio verde. La anécdota para los españoles que lo visitan, y poco conocida, es que según reza una placa, el nombre del parque, Volunteer Park, es un homenaje a aquellos voluntarios de la ciudad que se alistaron para luchar en la guerra hispano-americana de 1898. Aquí se encuentra el Seattle Asian Art Museum que contiene piezas de cierto interés, pero si no tienes tiempo puedes limitarte a contemplar su precioso edificio de estilo art decó y darte un paseo por los alrededores. Apenas a unos metros del museo está el invernadero, conocido como el Conservatory, donde se cuidan especies exóticas de plantas requisadas por Aduanas. Hazle una visita aquí a Waldo, la gigantesca flor y estrella del lugar. Pegado al parque, al Norte, está el cementerio de Lake View, donde están las tumbas de Bruce Lee y la de su hijo (aquí puedes consultar la localización exacta por si quieres ponerle flores al maestro).
El Arboretum está al Noreste y es un extenso parque muy frondoso. Hay rutas señalizadas con información de las especies que lo pueblan y es un lugar muy visitado en verano por los amantes de tranquilos y fresco paseos. Gran parte del Arborettum está lindando con el Lake Washington y hay pequeños canales que discurren por dentro de la zona arbolada lo que le da al conjunto un aire bucólico muy disfrutado por los amantes de la navegación en kajak que pasean por aquí entre nenúfares y ánades. Dentro del parque tenemos el Japanese Garden, muy bien cuidado aunque un poco cara la entrada (es más interesante el de Portland, Oregón). Si te va lo vegetariano o eres vegano, no te pierdas una visita al mejor restaurante vegetariano de la ciudad que anda justo aquí al lado, el Cafe Flora.
University District
Al otro lado del canal tenemos los dominios de la University of Washington (más conocida como la UW). Quizás una de las universidades públicas de mayor prestigio del país, especialmente en disciplinas como la medicina o nuevas tecnologías. Pegado al canal está el campo de fútbol americano de los Husky, el de la UW y un poco más allá se encuentra el campus. Este es un poco raro, pues los edificios parecen concebidos a sorteo de estilos, así que no hay uniformidad arquitectónica, lo cual suponemos que no deja de ser un estilo en sí. Lo mejor es ver el patio central de la universidad cuando florecen los cerezos: el espectáculo es magnífico.
Hay que tener en cuenta que las universidades no cierran en verano como en España. El curso académico no va de septiembre a junio y se descansa en verano, sino que los estudiantes van cumpliendo asignaturas de carácter trimestral y estas se dan durante todo el año. Esto nos lleva a que el ambiente universitario lo encuentras continuamente y por todo el barrio. La principal avenida es la University Way Northeast conocida entre los sufridos estudiantes simplemente como “la Ave”, imagino que algo así como llamar a la Facultad, “la Facu”. Al Oeste del campus se encuentra la zona barata, con restaurantes económicos, las librerías, los locales de las fotocopias, en fin, ya sabemos. Al Este del campus se encuentran los colegios mayores de más categoría, residencias de profesores y restaurantes demasiados sofisticados para los míseros bolsillos estudiantiles. En la UW hay una importante colonia de profesores y estudiantes españoles, sobre todo catalanes, razón quizás del sorprendente conocimiento que de España hay en este estado.
Gas Works Park
Siguiendo el recorrido contrario a las agujas del reloj al norte de downtown Seattle, tras University District cruzamos la carretera interestatal I-5. No hay que dejar de visitar el conocido Gas Works Park. Se encuentra en un lugar privilegiado por tener una preciosa vista de la ciudad de Seattle con el Lake Union en primer plano.
Es curiosa la historia de este parque. Resulta que aquí se edificó una planta generadora de gas a partir de carbón y que estuvo funcionando desde principios de siglo hasta 1957 cuando se cerró. Y allí se quedó la fábrica durmiendo el sueño de los justos hasta que en los años 70 se decide hacer aquí un parque y, en vez de demolerlo, integrar el abandonado edificio en él. Así nació el primer parque del mundo procedente de la reconversión de un solar industrial en zona verde. Hoy día es lugar de conciertos, reuniones, paseos y sobre todo uno de los lugares favoritos de los seattlelitas para contemplar los fuegos artificiales del 4 de Julio.
¿Te gustaría conocer la ciudad de Seattle con la compañía de un local?
Greenlake Park
Es el otro gran parque urbano de la ciudad. Enclavado en una zona densamente poblada es un todo un refugio para relajarse y disfrutar de un parque urbano al estilo del Central Park de Nueva York. El lago es el indiscutible protagonista y alrededor de él discurre un cómodo camino, lugar de encuentro de paseantes, deportistas y jubilados. Aquí se organizaban aterrizajes de hidroaviones a principios del XX entre otras innovadoras atracciones. Hoy día sigue sorprendiendo, de hecho aquí se celebra anualmente el mundialmente conocido Milk Carton Derby, competición de barcas hechas exclusivamente con cartones de leche y que es considerado como el primer evento veraniego de la larga lista que la ciudad organiza para la temporada. Campos de deportes y espacios para conciertos y fiestas se encuentran aquí, haciendo de Greenlake Park uno de los parques con más visitantes de la ciudad.
Fremont
Este barrio de Seattle siempre ha sido como ese hijo adolescente que siempre hace lo que le da la gana. Ya en los años 60 se instalaron aquí artistas anti-sistema gracias a los bajos precios de la vivienda. Desde entonces este lugar ha sido cuna de movimientos contracultura, alternativos, rebeldes hasta el punto de declararse el barrio como república independiente por sus bohemios ciudadanos. A pesar de que en los 90 el carácter se aburguesó gracias al establecimiento aquí de Getty Images y Adobe, aún sigue siendo fuente de movimientos antiglobalización y reivindicación.
Podemos ver aquí la única estatua de Lenin en los USA, que se la trajo un artista desde Chequia cuando se derrumbó el sistema comunista en 1989. Es muy conocido también el troll tragacoches, que podemos verlo debajo del puente de Aurora Avenue con la 36 N Street o el conjunto de estatuas llamado “People waiting for the Interurban“, que la gente gusta de vestirles según la época del año o las fiestas que se celebren en ese momento, hasta el punto que pueden pasar desapercibidos ante el despistado turista que los busca.
En las calles de Fremont se celebra todos los años el conocidísimo Solstice Parade, un colorido homenaje a la contracultura, el ecologismo y a la antiglobalización. Aún siendo hoy día muy popular este evento, mantiene intacto su espíritu reivindicativo. Por ejemplo, hace pocos años desfilaron como espontáneos un grupo de ciclistas totalmente desnudos en simbólica protesta contra el exceso de consumo y materialismo de la sociedad moderna. Fueron detenidos por la policía por escándalo público, pero fue tal el revuelo social que se formó en contra de esas detenciones que tuvieron que anular inmediatamente los cargos contra ellos y desde entonces participan como parte integrante del desfile.
Ballard
A mediados del siglo XIX se instalaron en este punto varias familias procedentes de Noruega, sobre todo de la hanseática ciudad de Bergen. Vivían de la explotación de los ricos recursos madereros y de la pesca. Hoy día, Ballard muestra muy orgullosamente sus raíces escandinavas y su principal calle, Ballard Avenue, está especialmente protegida por su carácter histórico.
El 17 de mayo se celebran las fiestas de la Constitución noruega con desfiles y el Bergen Place Park se viste de gala con cientos de banderas de aquel país. En verano se celebra en sus calles el Seafood Fest, feria gastronómica donde el salmón es ahumado allí mismo para lo cual se esparce arena de playa sobre el asfalto y se prepara el salmón al estilo tradicional. Llama poderosamente la atención la enorme cantidad de personas altas y rubias que hay por toda la zona, ¿por qué será?
En Ballard encontramos también las esclusas que permiten el paso de barcos por el canal que une el Puget Sound con el Lake Union y el Lake Washington. Es una de las atracciones más visitadas por los seattlelitas, es gratis y junto a él hay un precioso parque botánico donde descansar tras una jornada plena de visitas y emociones vividas al norte de Seattle.
Citypass Seattle
No se te olvide que con el CityPass tienes un montón de descuentos para ir a Museos, el Aquarium, Zoo, etc.
Mapa de la zona
En el siguiente mapa puede situar los principales puntos de interés que hemos comentado en este capítulo:
Capítulo anterior: Belltown y el Space Needle.
Al menos, nos consuela saber que la mayor parte del viaje tiene ya muy buena pinta.
Algunos de los alojamientos iremos reservándolos sobre la marcha con el nuevo ordenador que nos hemos comprado. ¡Genial!