Cada vez que encendemos la tele y vemos que están emitiendo algunas de las decenas de películas ambientadas en alguno de los lugares del mundo en los que hemos estado, un sentimiento de nostalgia pero también de alegría e incluso orgullo nos embarga.
Hace apenas un lustro éramos una pareja llena de sueños, ilusiones y planes para el futuro y ahora, situados en el posible final de una época y relativo comienzo de una nueva, como es normal, son muchas las dudas que nos asaltan.
Porque la vida es confusión y sorpresa. Planes y condiciones. Alegrías y desengaños. Es algo que hemos aprendido en este tiempo.
Pero, por encima de todo, la vida es el juego más grande que todos hemos de jugar; un juego sin reglas conocidas pero sí intuidas.
Y sobre todo, una aventura, un viaje en el que, como ya hemos comentado en alguna otra ocasión, lo que importa es el trayecto, no el destino.
Por cierto, hoy se cumplen dos años del día en que conseguimos el dominio javiypilar.com.