Ayer por la noche elegimos ver una película que, por sus influencias, prometía ser interesante.
Bienvenidos a otra nueva vuelta de tuerca sobre las teorías de la percepción.
Estamos hablando de «Código Fuente» («Source Code«, 2011), una auténtica ceremonia de la confusión.
Sinopsis
Un hombre va montado al lado de una chica en un tren que avanza rápidamente hacia Chicago.
Por alguna razón, el espectador nota que la situación es algo extraña, muy poco natural. Esa misma sensación tiene el protagonista, que no parece recordar nada de lo sucedido apenas un minuto antes. Es más, ni siquiera ve el reflejo de su cara en el cristal, sino la de otra persona…
Sin spoilers
Y hasta aquí, el argumento que podemos desvelar. Al igual que en otras ocasiones, no sabíamos absolutamente nada acerca del argumento antes de ver la película, por lo cual no desvelaremos absolutamente nada sobre él, ya que ese es el secreto para que la película se disfrute en su totalidad (si alguien quiere comerse cientos de spoilers no tiene más que buscar por internet o poner Antena 3).
Al igual que en «Olvídate de mí«, «Matrix«, «Monstruoso«, «Origen«, «El Club de la Lucha«, «Señales del Futuro» o «Atrapado en el tiempo«, así como la filmografía de Night Shyamalan, y tantas y tantas otras, resulta esencial sentarse delante de la pantalla sin saber nada del argumento. Eso agudiza tus sentidos y te hace disfrutar mucho más de la película, sin ideas preconcebidas, sin sospechas.
Más aún, a medida que pasan los minutos apenas vas ubicando la situación y los personajes.
El comienzo recuerda a «El Protegido» pero, en realidad, no tiene nada que ver.
Solo una pista
Solo me tomaré la libertad de hacer un comentario que puede dar pistas sobre el film: resulta muy útil haber visto previamente «Atrapado en el tiempo«, «Matrix«, «Origen«, «Deja Vu«, «Minority Report» o «Next«. Es más, para muchos es una versión retorcida y siniestra de la película protagonizada por Bill Murray y que acabamos de citar.
Sin intención de desvelar nada de la película, diremos que el argumento tiene unas clarísimas influencias de la parte más representativa de la obra del escritor de ciencia ficción Philip K. Dick, aunque el final a lo deus ex machina es lo único que desmerece un poco del film.
Promocionando Chicago
Creo que estamos ante una de esas películas que, como otras que hemos nombrado aquí, genera fuertes controversias: o la amas o la odias. Aunque, de lo que no cabe duda es de que hace una notable promoción turística de Chicago.
En resumen, si te apasiona algunas de las películas que hemos mencionado a lo largo de este pequeño artículo, entonces no debes perderte esta película.
Si, por el contrario, te gusta el cine previsible y regido por los cánones habituales, lo más probable es que la película te parezca enrevesada y muy difícil de seguir.
Por cierto, si ya la has visto y te gustó el reloj retro del protagonista, debes saber que se trata de un Victorinox Swiss Army Chrono Classic XLS MT.