Día de descanso y película de sobremesa.
A falta de algo mejor que ver en televisión hoy por la tarde (¡la programación de sobremesa de los fines de semana es realmente nefasta!), nos hemos decantado por «Como Dios» («Bruce Almighty, 2003), una comedia sencilla y con buen fondo, protagonizada por el estrafalario e histriónico Jim Carrey.
Sinopsis
Bruce Nolan (Jim Carrey) es un reportero de TV de Buffalo (Nueva York) que cree que su vida no es como merece, por culpa de que Dios no está ahí para ayudarle. Su novia Grace (Jennifer Aniston), es mucho más espiritual e intenta que Bruce tenga más fe.
En una sucesión de desafortunados acontecimientos, Bruce explota y comienza a blasfemar. Dios (Morgan Freeman), como enseñanza, le concede el poder de ser como él durante un tiempo. De ese modo, pretende que descubra lo difícil que es la divina tarea.
Humor mundano e histriónico
Estamos ante uno de esos films típicos de Jim Carrey, con humor exagerado, muecas e histrionismo a raudales. Todo un peliculón para los más pequeños. Para los mayores, un simple entretenimiento.
Otro film para la larga lista de películas de argumento celestial, pero también otra muesca para la lista de taquillazos de Carrey, cuya carrera se mueve entre grandes films, como «Olvídate de mí» o «El Show de Truman«, y gansadas taquilleras como ésta de la que hablamos o «Dos tontos muy tontos«.
A pesar de ser una comedia basada en referencias a Dios, camina por esas turbulentas aguas con estilo y sin caer en la blasfemia o el mal gusto; más bien, todo lo contrario.
Si acaso, se permite algunos pequeños excesos muy cómicos y algo irónicos (¿Dios negro? ¡muy bueno!)
Un buen reparto
Dentro del reparto, en el que aparece el propio Tony Bennet haciendo de sí mismo, y Steve Carell (al que recordamos de «Pequeña Miss Sunshine«), destaca el papel de Morgan Freeman, perfecto. No me cabe duda de que era el gancho de la película.
En cuanto a Jennifer Aniston, simplemente, me gusta. Y su vis cómica es interesante.
En resumen, una divertida película para ver en familia un domingo por la tarde. Ni más ni menos.