Tal vez, la supuesta predicción de los mayas acerca del fin del mundo, fue un error.
Desde hace varios años, quizás a raíz de publicaciones en determinadas revistas de ocultismo y misterio, o quizás a raíz del estreno de películas como «2012» o «Señales del Futuro«, la población ha ido conociendo (y temiendo) la llegada del fin del mundo según una predicción que, supuestamente, realizaron los astrólogos de la tribu de los mayas hace cientos de años.
Para colmo, la naturaleza lleva un par de años dándonos numerosos sustos con explosiones solares muy intensas, volcanes que entran en erupción después de años sin actividad, o terribles terremotos de catastróficos resultados. El año 2012, según eso, se presenta muy interesante.
Pero lo cierto es que el ser humano siempre ha creído en el determinismo, en el destino; sobre todo cuando viene remachado por una teoría numerológica que parezca refrendar los augurios. Cada año hay alguna predicción sobre el fin del mundo. Nos encanta el misterio.
Por desgracia para los amantes de lo oculto y para los apocalípticos, un equipo de investigadores de la Universidad de Boston ha encontrado, en la selva de la antigua ciudad maya de Xultún, en la región guatemalteca de Petén, al norte de Guatemala, el que aseguran que es el calendario maya más antiguo documentado hasta la fecha, según un reportaje publicado hace un par de semanas en la revista «Science«.
Este hallazgo desmonta la teoría de quienes auguran que el mundo se acabará en 2012 basándose en los 13 ciclos del calendario maya, conocidos como «baktun», ya que el calendario descubierto tiene 17 «baktunes», lo que significa que hay más periodos de los 13 conocidos hasta ahora.
Los jeroglíficos descubiertos, pintados en las paredes de un olvidado templo de la megaciudad de Xultún es varios siglos más antiguo que los Códices Mayas escritos en libros de papel de corteza de árbol.
El calendario descubierto documenta ciclos lunares y lo que podrían ser planetarios.
La pared este contiene una serie de cálculos que corresponden al ciclo lunar, mientras que los jeroglíficos de la pared norte creen que podrían relacionarse con los ciclos de Marte, Mercurio y posiblemente Venus.
Los autores del hallazgo apuntan que, según los estudios realizados a partir de los códices mayas encontrados previamente, los calendarios se elaboraban para buscar la armonía entre los cambios astronómicos y los rituales sagrados.
Al final, nunca sabremos si todo este asunto es el resultado de una campaña viral, de un profundo desconocimiento de la cultura maya, de una conspiración a nivel mundial para lograr algún oscuro propósito, o de simple sensacionalismo por parte de algunos autores más pendientes de llenar titulares y programas de televisión, que de informar adecuadamente.
Por cierto, algunas marcas han aprovechado la predicción maya para lanzar campañas publicitarias con más o menos humor.
En fin, datos curiosos y casualidades siempre ha ha habido y siempre habrá…