Cine¿QUÉ HARÁS EL 21 DE DICIEMBRE DE 2012?

¿QUÉ HARÁS EL 21 DE DICIEMBRE DE 2012?

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Ayer por la noche, eligiendo película, nos decidimos por una de catástrofes.

2012, estrenada el pasado año (no confundir con «2012 Doomsday», estrenada en 2008) comienza con la escena en que un eminente astrofísico detecta notables cambios en el núcleo terrestre y comienza a avisar a sus conocidos. Por otro lado, un escritor de nulo éxito comercial y enormes problemas familiares, es alertado por un gurú que vive en el parque nacional de Yellowstone (Estados Unidos) sobre el fin del mundo tal y como predice el calendario maya y como sus observaciones y estudios demuestran.Cartel

A partir de ese momento, la película se convierte en la narración de las peripecias de una familia con el fin del mundo literalmente pisándoles los talones.

La película se asienta sobre una profecía maya que afirma que el final del mundo «como lo conocemos» llegará con el solsticio de invierno del año 2012, una teoría de la que ya hablamos hace casi dos meses.

Si bien 2012 no es una película que defraude abiertamente, hay que reconocer que teníamos mejores expectativas sobre ella.

La primera impresión que hemos tenido mientras veíamos esta película es que nos era muy familiar su realización; nos ha recordado a «Independence Day«, «Godzilla» o «El Día de Mañana«. ¡Bingo! El alemán Roland Emmerich es precisamente el director responsable de esos títulos, si bien, en este caso consigue fascinar con un espectáculo de efectos especiales que casi deja en ridículo a sus anteriores películas del género.

Y es que, Roland Emmerich vuelve a seguir al pie de la letra su su plantilla de siempre con la evidente intención de llegar a la audiencia más amplia posible.

Un presidente de EE.UU muy humanoTenemos un presidente de los Estados Unidos, como en «Independence Day», aunque algo más comprometido y creíble, y menos chupiguay, tenemos impresionantes escenas de tsunamis, como en «Godzilla» o «El Día de Mañana», el protagonista es un hombre de familia que está pasando por momentos críticos en la relación con su mujer, como en «Godzilla», y ¡¡hasta un perro que se salva en el último segundo!! etc etc. (por cierto, en las tres películas citadas, la primera catástrofe sucede en Los Angeles).

Como en toda película catastrofista que se precie, a lo largo del extenso metraje, se suceden las llamadas telefónicas de personas despidiéndose, mientras se amasa el conocido revoltijo de clichés de héroes voluntariosos, villanos egoistas, científicos infalibles, políticos inhumanos, etc, aunque para mayor gloria del film, no recordamos un solo chiste malo (¿milagro?).

Thandie Newton, ¿anoréxica?Lo que Emmerich y su co-guionista Harald Kloser parecen no asimilar es que los personajes creíbles son los pilares de una buena película, sobre todo cuando a la cabeza del reparto se encuentra uno de los actores más indies del panorama cinematográfico de Hollywood como es John Cusack o el ya legendario Danny Glover. El papel de la cuasianoréxica Thandie Newton es, sin duda, el de un florero muy caro (como ya sucediera en la vomitiba «Misión Imposible II«).

Es quizás el mejor ejemplo de cómo se puede pasar un rato muy muy entretenido y divertido con una película que en realidad es un drama de dimensiones planetarias, lo que quizás decepcione a aquellos que quedaron encantados con películas como «Monstruoso» o «Señales del Futuro«.

El trabajo técnico, sobre todo en lo que se refiere a efectos visuales, es impecable y, en nuestra opinión, el mejor trabajo visto hasta la fecha, al menos en lo que a cine de catástrofes se refiere.

La pata más coja de esta película es el apartado de las escenas de acción así como de determinados elementos del guión. Y ello porque, apenas comienza la acción, se observa un excesivo recurso a las escenas «al límite», salvamentos «en el último segundo» y cosas por el estilo.

En ningún momento pensamos que la película pretenda ser un documental que especule sobre el fin del mundo, pero nos parece un tanto incoherente que los efectos visuales se hayan cuidado al máximo para ofrecer una visión lo más «realista» posible y, sin embargo, se recurra con tanta facilidad a escenas más propias del impresentable John Woo.

En suma, al film le falta el buen gusto y la «credibilidad» de «Señales del Futuro«, de Alex Proyas, o el hiperrealismo de «Monstruoso«.

Aunque es entretenida durante la mayor parte de su excesivo metraje, su simple guión no está a la altura de la grandeza de su producción física.

Por cierto, ¿se habrá llevado alguna subvención pública que explique por qué se hace tanta alusión a un parque nacional un tanto de modé como es el de Yellowstone?

 

Javi A.
Javi A.
Nos gusta viajar, el cine y la música. O sea, como todo el mundo... ¿o no?

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