Hace un rato hemos visto «Drive».
«Drive» (2011) es una película estrenada hace muy pocos meses y que quisimos ir a ver al cine, pero que al final desapareció de las carteleras sin que pudiéramos ver cumplido nuestro propósito.
Sinopsis
Durante el día, el protagonista (Ryan Gosling) trabaja en un taller además de trabajar eventualmente como conductor especialista de cine, pero algunas noches, esporádicamente, trabaja como conductor para criminales.
Su vida es oscura, nocturna y no exenta de peligros. Pero su mundo cambia el día en que conoce a Irene (Carey Mulligan), una guapa vecina, madre de un hijo pequeño, y esposa de un criminal a punto de salir de la cárcel.
Una película pausada
La primera impresión que nos hemos llevado de la película es que, a diferencia de lo que podía entreverse en el anuncio promocional, no se trata de una película de acción al uso, aunque desde luego, incluye unas cuantas escenas de acción y persecución muy bien desarrolladas.
El aire general de la película es, sin embargo, mucho más pausado de lo que cabría esperar. En ese sentido, nos ha recordado a películas como «Déjame Entrar«.
Aire ochentero y un magnífico apartado técnico
Nos encontramos algunos elementos que nos recuerdan al cine de los ochenta; desde el palillo en la boca al más puro estilo Rambo/Stallone, hasta la tipografía en rosa fucsia a lo «Risky Business«.
Lo más destacable de la cinta es, en nuestra opinión, todo el apartado técnico.
Desde el principio, destaca la magnífica fotografía. Las escenas nocturnas de Los Angeles son extraordinariamente luminosas y llenas de glamour, para una ciudad que lo perdió hace ya muchos años.
En cuanto a las escenas de acción, las de persecución son impresionantes, perfectas, llenas de maestría y buen gusto. La escena del Chrysler 300C persiguiendo al Mustang es alucinante.
Producto de Hollywood con aspecto de cine europeo de autor
El director, quizás con la intención de revestir el film de un aire de realismo, hace uso (y algo de abuso) de escenas que rayan el gore. Pero no desagradan del todo.
La banda sonora es misteriosa, calmada, envolvente. Es otro protagonista de la película, como sucede en llos trabajos de Sofia Coppola.
En resumen, se trata de una película de contenido puramente hollywoodiense pero con un envoltorio muy al estilo del mejor cine europeo. Eso es lo que encandila a la crítica y, tal vez, desconcierta al espectador.
Por cierto, ¿he dicho ya que me muero de ganas de volver a conducir un Mustang? 😉
Actualización del 20 de mayo:
A juzgar por la machacona campaña de los MTV Movie Awards, parece ser que el protagonista de la película, el canadiense Ryan Gosling, es todo un sex-symbol.
En fin… nunca se me habría pasado por la cabeza, pero Pilar así lo cree…