La mejor manera de saber cómo viviremos dentro de unos cuantos años es pasarse por Tokio.
Trenes pasando a varios niveles diferentes mientras coches de estilo futurista transitan por las calles de Shiodome. Nada más futurista que pararse a observar el panorama desde la estación de Shimbashi y coger el Yurikamome a Odaiba.