No podíamos empezar la vista a la Gran Manzana sin pasarnos por el distrito financiero, una de las zonas que más nos gustan. Aunque el sol brillaba, las temperaturas de esta mañana han sido gélidas.
Decidimos no intentar coger el ferri hacia Staten Island porque todo indicaba, por las fechas en las que nos encontramos, que iba a estar hasta la bandera de turistas, que es justo lo que siempre pretendemos evitar.
Hemos podido inmortalizar una imagen que tal vez dice mucho de la situación actual de Wall Street y de los mercados financieros internacionales. Es ésta:
Aun así, Wall Street se resiste a dejar de celebrar la navidad. Aunque, eso sí, visitado por el fantasma de las navidades pasadas.
Nosotros nos seguimos sintiendo los reyes de Wall Street cada vez que visitamos el muelle 17, donde por cierto, esta vez no pudimos degustar las macro hamburguesas con enormes cantidades de patatas fritas y cubo de coca-cola que sirven en este muelle.
El espíritu de los Corleone seguía vivo en el muelle, jejeje.