A pesar de ser la tercera vez que visitamos la ciudad y, por tanto, la tercera vez que vemos el puente de Brooklyn, no deja de sorprendernos.
Se trata de una obra majestuosa diseñada por un algún visionario que decidió llevar a cabo la construcción de un puente capaz de soportar decenas de automóviles pasando, además de la gente, claro, sin desgastarse un ápice, a pesar de que en la época en que se construyó ni siquiera existían los automóviles y, por lo tanto, su destino era servir para el paso de carruajes.
Muchas han sido las fotos que se han hecho de este puente y de ellas, muchas también las que se han convertido en legendarias.
El puente de Brooklyn ha servido de escenario de muchas novelas y películas, un marco incomparable para acompañar una novela negra, o rosa, o incluso una biografía.
Nosotros seguimos fascinados por este puente que une, no solo dos barrios, sino también dos épocas tan distantes como la de su construcción, a finales del XIX, con la época del NY de Carrie Bradshaw.