Mentiríamos si dijéramos que nos ha sorprendido la enorme cantidad de gente que llenaba las calles cuando hemos llegado a Chinatown. Ya lo sabíamos de otras veces: este barrio es muy populoso las mañanas de navidad e inmeditamente posteriores a año nuevo.
Lo primero que hemos notado es un delicioso olor a comida china, y no hemos podido resistirnos: hemos comido por 4 dólares (en total!!!). Cosas de Chinatown. Ya sabe: busque, compare…
Resulta curioso que en este lado de la ciudad nos encontremos una tienda llamada Serendipity, ¿no?
Hemos seguido paseando por Chinatown, mirando escaparates y disfrutando del bullício cuando, de repente, se ha oído un fuerte grito de una persona (cuyo acento hacía notar que era negra) que, desde un coche, señalaba a uno o varios transeúntes y les espetaba «hey, you there?».
Lo que en un primer instante parecía ser una bronca, ha resultado ser una broma de unos chicos que tenían muchas ganas de juerga y que iban rapeando un tema mientras los ritmos y scratches sonaban a todo trapo por los saturadísimos altavoces del viejo coche en el que iban montados.