Es el ultimo día en Tokio, así que decidimos tomárnoslo con calma y visitar algunas zonas donde hacer algunas compras.
Por la tarde, al caer el sol, pasamos por una peluquería y entramos, pues pensamos que un una imagen más "japonesa" para Pilar puede ser muy interesante.
Las chicas de la peluquería se portan genial y el peluquero es un crack. Entiende perfectamente nuestras instrucciones y se pone a ello.
Tras el cambio de "look", vamos hasta el hotel que sirvió de escenario para la película de Sofia Coppola “Lost In Translation”. Algunos combinados (entre ellos, uno con el título de la película) y nos vamos a dormir. Nos espera un largo viaje de vuelta…