De nuevo, visitamos el santuario de la montaña.
Entre pequeños altares shintoistas y un camino de cientos de escalones de piedra discurre nuestro viaje hasta la cima, donde nos espera el templo de los tres templos, donde conseguimos un kanji de dos páginas en nuestro libro de vivencias espirituales.
Posteriormente, tras la despedida de Hiroyuki, ponemos rumbo hacia los templos escondidos en la montaña.
Algo muy zen, sin duda.
Quizás, una cuesta demasiado empinada, pero ya se sabe que la fé mueve montañas, y la curiosidad, aún más.
Acabamos el día en la ciudad del septentrión que duerme el invierno entre nieve y bosques de añil.
La envidia nos corroe..ja,ja,j.. Joer tio te lo has currao mazo.. me parece un blog Superchulo tanto en lo q se refiere a la maquetacion como al contenido de los comentarios.. ¡Eres un poeta!..
Queremos ver as fotos ¡xa!
P.D: Tengo un micro inalambrico que compramos para carnavales (Los bingueros..por si no te acuerdas)..Esta nuevo y funciona perfectamente y sin cables.. Como yo sé que tienes la guitarra y las pedaleras..a lo mejor te podría interesar comprarmelo por.. diez eurillos (precio de amigo). Esta nuevo, te lo enseño cuando quieras..
Venga Un saludote y besines. Kizzezzitoz