Ayer terminamos de ver las dos primeras temporadas de «Narcos», la serie de Netflix dedicada a las figuras más destacadas del narcotráfico internacional de las últimas décadas.
Y ya que hemos dedicado toda una semana a ver esas dos primeras temporadas, ello merece al menos una pequeña reseña.
La figura de Pablo Escobar
Durante los años ’80 recuerdo escuchar recurrentemente el nombre de Pablo Escobar en los informativos de televisión.
Recuerdo que sonaba como alguien poderoso, responsable de una enorme red de narcotráfico y de numerosas muertes de policías y de militares en Colombia.
Lo que no recordaba (o quizás no se dijo en los informativos) es que también fuera un «bienhechor» para muchos colombianos de barrios pobres, ni su polémico encarcelamiento en una cárcel-hotel.
De un «biopic» a un «docudrama»
Desde el punto de vista de la realización, la serie comienza con un estilo bastante austero que pretende relatar, de un modo objetivo, la carrera delictiva de Escobar, posiblemente el mayor narcotraficante de la historia.
En los últimos episodios de la primera temporada ya empieza a entreverse lo que yo denominaría «estilo Breaking Bad» con comienzos impactantes o intrigantes e incluso el recurso a flashbacks que irán sofisticándose con cada nuevo episodio.
Lo cierto es que la serie nos ha dejado una muy buena sensación.
Escobar, ¿cruel o sensible?
No obstante, resulta algo incongruente el final, puesto que se supone que pretende reflejar la crueldad de Escobar.
Sin embargo en los últimos episodios se muestra como una persona nostálgica, desesperada e incluso sensible.
También se percibe la miserable vida que debe llevar para evitar ser cazado por sus enemigos, el cartel de Cali, o por las fuerzas de seguridad colombianas.
Una serie muy recomendable
En resumen, las dos primeras temporadas de la serie «Narcos», emitida por Netflix, son altamente recomendables para quienes deseen conocer los detalles de la vida de Pablo Escobar, su auge y caída en el mundo del narcotráfico y el modo en que fue capturado.