El pasado 4 de octubre, la Agencia Meteorológica de Japón (AMJ) informó de que se había registrado un terremoto de 6,4 grados en la escala de Richter con epicentro en el sur del archipiélago japonés de Okinawa, al este de Taiwán, aunque no se espera que ocasione daños de consideración.
En un primer momento la AMJ emitió una alerta a las 22:37 (15:37, hora española) ante la previsión de olas de hasta 50 centímetros de altura que podrían afectar a la isla de Miyako y a la región de Yaeyama. La alerta fue finalmente retirada a las 23:15 horas, informó la agencia de noticias Kyodo.
La Agencia Geológica de Estados Unidos (USGS) también informó del seísmo, aunque estimó en 6,3 grados, una décima menos, su magnitud. El epicentro se situó a 35,9 kilómetros de profundidad y a 1.875 kilómetros al suroeste de Tokio.
Tras un verano de «calma chicha» (como dijo Fani), ha llegado el primer seísmo, aunque ha sido suave.
Ahora todo el mundo espera el «big one«, el devastador terremoto de gran intensidad que cada cierto número de años arrasa los países más sometidos a los seísmos, como Estados Unidos y Japón.
Hace ya años que espera al «big one». ¿Será 2010 el año señalado o habrá que esperar a 2012?