Hoy hemos tenido que sufrir, como todos los años, el cambio horario, que nos ha obligado a adelantar los relojes… y a dormir una hora menos.
Cambio de hora. Otro año más
Y cada año tenemos que sufrir también las noticias de la tele, donde se debate si este cambio horario, cuyo objetivo es reducir el consumo de energía, afecta o no al sueño.
Para nosotros no hay duda: afecta y mucho.
Sobre todo porque el cambio se produce, al menos en España (y en el resto de la UE) en la noche de un sábado.
¿Desde cuando se ajusta la hora por el horario de verano?
Echando un vistazo a la wikipedia, hemos descubierto que este cambio horario es justo el contrario del realizado por muchas culturas antiguas, que alargaban las horas diurnas en verano.
Parece ser que el moderno concepto de horario de verano fue propuesto por primera vez por Benjamin Franklin.
Se empleó ampliamente por primera vez en 1916, durante la Primera Guerra Mundial, para ahorrar carbón. A pesar de las controversias, muchos países lo vienen empleando desde entonces.
Los egipcios y los romanos, entre otros, ajustaban los horarios respecto del sol normalmente dividiendo el tiempo de luz en doce horas de igual duración, por lo que las horas de luz eran más largas durante el verano.
En concreto, las clepsidras romanas eran unos artilugios utilizados para determinar la duración de las horas en función de la latitud en la que se ubicaran, y tenían diferentes escalas para los distintos meses del año: en la latitud de Roma, la tercera hora tras el amanecer, la hora tertia, empezaba (usando el horario moderno) a las 09:02 y duraba 44 minutos en el solsticio de invierno, pero en el de verano empezaba a las 06:58 y duraba 75 minutos.
Durante su servicio como enviado extranjero en Francia, Benjamin Franklin publicó anónimamente una carta en 1784 en la que declaraba que los parisinos ahorraban velas levantándose más temprano, empleando así más luz solar.
Y es que, en teoría, mediante el horario de verano se ahorra energía eléctrica al reducirse la necesidad de iluminación artificial, pero las evidencias empíricas sobre este asunto se sostienen a duras penas, dado que el horario de verano a veces estimula la aparición de picos de demanda, lo que acaba incrementando los costes.
Cambio horario: viajeros, tened mucho cuidado
Además, el sistema es complejo, aunque pueda no parecerlo, ya que obliga al cambio de sistemas que incluyan relojes, además de obligar a los viajeros a tener en cuenta los diversos horarios en función de las costumbres del lugar al que se dirijan.
Y ello puede llevar a confusiones. Y si no, que nos lo digan a nosotros.
Cuando estuvimos por primera vez en el oeste de Estados Unidos ya pudimos sufrir este «efecto», pues por entonces, aunque conocíamos los diversos husos horarios de Estados Unidos (y los teníamos presentes mientras viajábamos de Oeste a Este), ignorábamos la tradición de que los indios Navajos, adoradores de las fuerzas de la naturaleza y, en especial, del sol, no cumplían la norma del cambio al horario de verano en su territorio, por lo que, nos encontramos llegando, una hora antes de lo que pensábamos, a su territorio, trastocando ciertos planes de viaje.
Así que ya sabéis: si pensáis viajar en verano a tierras de navajos, no olvidéis esta cuestión.
A la hora de viajar debéis tener también en cuenta que el horario de verano normalmente no se usa cerca del Ecuador, pues los tiempos de amanecer y anochecer no varían lo suficiente como para justificarlo. Además, por si esto fuera poco, algunos países lo emplean sólo en algunas regiones; por ejemplo, el sur de Brasil lo emplea, mientras que el Brasil ecuatorial no.
Para los que gusten de los datos históricos curiosos, en esta web podéis ver los cambios horarios efectuados a lo largo del último siglo en España. Puede verse que algunos años no se realizó.
Para los interesados en esto del cambio horario, existe una web en la que puede leerse más sobre su historia, así como un buen puñado de curiosas anécdotas, entre la variada información recogida.