Ayer por la noche nos aventuramos a ver una de las películas más desconocidas de un Sylvester Stallone al que empieza a hacérsele cuesta arriba lo de envejecer.
Se trata de «Get Carter» (2000).
Sinopsis

En su cabeza ya sólo cabe la idea de venganza. Para ello inicia su particular investigación con el fin de hallar a los culpables.
Un remake insulso

Sentimos ser demasiado críticos, pero esta película es, a día de hoy, la más insulsa que hemos podido ver de Sylvester Stallone.
Su hieratismo (tal vez momificación) provocan que la película parezca un anuncio publicitario de gran presupuesto, más que una película.

¿Te gustaría conocer la ciudad de Seattle con la compañía de un local?
El film acaba siendo una enorme secuencia de escenas deslabazadas y carentes de interés, con unos planos fríos y demasiado cerrados que acaban provocando mareo.

Además, ¿qué son esos efectos de video de postproducción? ¿acaso el director quería parecer innovador?
Es posible que no hayamos sabido ver el punto atractivo e interesante de la película, o quizás esperábamos más de un reparto de lujo en una ciudad de lujo.
Por cierto, también en esta película aparece un viejo Mustang sin venir a cuento.


