Tal día como hoy, pero de hace 26 años, el 23 de marzo de 1983, el por entonces presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, anunciaba la puesta en marcha de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI en inglés Strategic Defense Initiative), comúnmente conocida como Guerra de las Galaxias (Star Wars) por la popular película de ciencia ficción de ese momento. Los detalles pueden consultarse en wikipedia.
Esta iniciativa fue lanzada al más puro estilo de Hollywood (no en vano, Reagan fue en su juventud un reconocido actor) en un discurso televisado el 23 de marzo de 1983. Reagan pedía a la comunidad científica norteamericana que desarrollara una defensa antimisiles que garantizara la defensa del territorio norteamericano ante cualquier ataque nuclear con misiles balísticos intercontinentales.
En su discurso dijo:
We seek neither military superiority nor political advantage. Our only purpose is to search for ways to avert the danger of nuclear war.
Que traducido significa:
No perseguimos ni la superioridad militar ni la ventaja política. Nuestro único propósito es encontrar formas de advertir del peligro de la guerra nuclear.
https://www.youtube.com/watch?v=oGJ1aeNnpKE
La Iniciativa de Defensa Estratégica o SDI
Pese a que nunca fue ni completamente desarrollada ni desplegada totalmente, la investigación y la tecnología de la SDI puso los cimientos para algunos de los actuales Sistemas Antimilisiles. La Organización para la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDIO en inglés) se puso en marcha en 1984 dentro del Departamento de Defensa de Estados Unidos.
La iniciativa estaba enfocada más hacia la defensa estratégica que hacia una política ofensiva.
Tecnología de ciencia ficción
Aunque durante los años ’70 la Unión Soviética (URSS) desplegó un Sistema Antimisiles, todavía operativo en la actualidad, que defiende tanto Moscú como los silos de misiles instalados en sus cercanías, la SDI fue una idea completamente novedosa.
Contemplaba el uso del espacio exterior como base de operaciones en contra del uso de lanzadores de origen únicamente terrestre. También aspiraba al ambicioso objetivo de conseguir una defensa casi total contra un ataque masivo de sofisticados Misiles Balísticos Intercontinentales (conocidos como ICBM), en contra de la limitada capacidad defensiva y cobertura geográfica de los sistemas anteriores.
El objetivo inicial de la Iniciativa de Defensa Estratégica fue un laser de Rayos X activado por explosiones atómicas.
Rápidamente recibió críticas. Se planteó la imposibilidad científica de crear un «paraguas protector» que fuera capaz de detectar y destruir todos los misiles dirigidos hacia un territorio concreto, en este caso norteamericano. Los economistas resaltaron además el enorme coste económico que suponía para la economía norteamericana en aquel momento histórico.
El primer paso para el fin de la Guerra Fría
Pese a todo, la SDI planteó un desafío de enorme magnitud a una URSS cuya economía pasaba por serios problemas. El rearme norteamericano, en la que la SDI era un nuevo factor clave, hizo conscientes a los líderes del Kremlin de la imposibilidad de continuar la carrera armamentística con EE.UU. y de la necesidad de detraer recursos hacia una economía soviética que pasaba por graves dificultades.
Por todo ello se ha considerado que ésta fue la última etapa previa al fin de la Guerra Fría.
Este programa de defensa fue tan popular que provocó la salida al mercado de películas relacionadas con el tema e incluso videojuegos:
«Juegos de Guerra»: la película sobre la Guerra Fría y los primeros días de internet
Todo este largo prólogo viene a colación de una película que nos encanta y que os recomendamos ver si sois unos nostálgicos de los ’80 (especialmente si además tenéis espíritu adolescente todavía).
¿Te gustaría conocer la ciudad de Seattle con la compañía de un local?
Se trata de «Juegos de Guerra«, una película que se estrenó ese mismo año 1983, dirigida por John Badham y ambientada en los últimos años de la Guerra Fría, cuenta la historia de un adolescente hacker (Matthew Broderick) que, acompañado de una amiga (Ally Sheedy) intenta adentrarse en sistemas ajenos, por simple curiosidad, en busca de lo que cree que es un videojuego inofensivo.
A pesar de los años que tiene, la película sigue teniendo una magia especial tanto por los parajes que aparecen, como por los objetos propios de esa época que se muestran (como antiguos ordenadores IMSAI con discos floppy de 8 pulgadas o máquinas arcade del Galaga o el Galaxian).
Pero lo más curioso es el hecho de que trate de los comienzos de internet. De hecho, se trata de una de las primeras obras cinematográficas en mostrar una primitiva y creciente internet, a la que, por entonces, se accedía solo desde Estados Unidos, y mediante módems telefónicos.
Otra característica de la época es que Internet no es «visual», es decir, al no existir el código html (o no haber sido desarrollado) las conexiones se hacían mediante consola de comandos y rudimentarios gráficos elaborados con caracteres ASCII.
Por cierto, la actividad de los hackers no parece haber cambiado tanto desde entonces…
No os vamos a destripar la película por si acaso no la habéis visto (si alguien nos pide que la comentemos en detalle, lo haremos otro día), pero sí que nos gustaría remarcar el alucinante y nostálgico ambiente que se respira en la película; ya sabéis, los años ’80, los ordenadores con pantallas de fósforo de alta persistencia, las salas de máquinas, la guerra fría, la foto de Reagan colgada de la pared de clase del instituto, y cosas así. No me digáis que no lo echáis un poquito de menos, ¿eh?
En la película se plantean dos cuestiones cruciales: por una parte, el peligro de dejar en manos de un ordenador la toma de decisiones que pueden afectar a millones de personas; y por otra, la sin razón de las guerras nucleares mundiales, en las que no hay ganadores.
Curiosamente, el problema generado por un superordenador es la misma causa de una película que aparecería en los cines un año más tarde, en 1984: Terminator. Pero esa es otra historia…
Os recomendamos leer la reseña de Juegos de Guerra en la fantástica web fast-rewind.com llena de pequeños tesoros del cine de nuestra adorada década de los ’80, a la que hacemos referencia con cierta asiduidad.
Por cierto, para los fans de Juegos de Guerra, os informo de que el año pasado, coincidiendo con el 25 aniversario del estreno de esta película, se lanzó al mercado un DVD doble edición especial, que incluye:
Disco 1:
- 1.85:1 Anamorphic Widescreen Transfer
- Dolby Digital 2.0 Stereo and 5.1 Audio
- Commentary by Director John Badham and Writers Lawrence Lasker and Walter F. Parkes
Disco 2:
- Loading WarGames
- Attack of the Hackers
- Inside NORAD: Cold War Fortress
- Tic Tac Toe: A True Story
- Interactive Superpower Weapons Briefing Gallery
- Sneak Peek at WarGames 2: The Dead Code
- WarGames Theatrical Trailer
Desconozco si hay una versión en español a la venta, aunque supongo que sí.
Aquí podéis leer un análisis del DVD con algunos comentarios nostálgicos que casi me hacen soltar una lagrimilla.
¿Quieres jugar a la Guerra Termonuclear Mundial? Mira en DEFCON