Hace unos días estuvimos viendo una película que recordababa de mi adolescencia.
Se trata de «Dos Duros Sobre Ruedas» («Harley Davidson and the Marlboro Man«, 1991), una película de puro entretenimiento, sin mayores pretensiones, en la que los buenos son muy duros y los malos son muy listos.
Sinopsis
Harley Davidson (Mickey Rourke) y Marlboro (Don Johnson) son dos viejos amigos, amantes de las motos, que se reunen de nuevo tras dos años sin verse. Deciden acudir al bar de un viejo amigo que les confiesa que tiene problemas financieros y que, en pocos días, un gran banco se quedará con su local.
Los duros moteros deciden robar dinero al propio banco para dárselo a su amigo y así conseguir que no cierre el negocio.
Por desgracia, una equivocación les lleva a robar el furgón equivocado: uno lleno de droga sintética que iba destinado a un gran mafioso (Tom Sizemore).
Puro entretenimiento y estética trash
Lo primero que hay que dejar claro es que se trata de una película de entretenimiento.
Sus productores, con toda seguridad, ya sabían que, con un producto así, no iban a optar a ningún Oscar.
Es, de entrada, una película más interesante para los fans de las motos, de las estereotípicas escenas de carreteras por enormes desiertos, de tipos duros que no se achantan ante una pistola apuntando a sus sienes.
El oeste americano como gran escenario
Nada llama especialmente la atención. El argumento es simplón, las escenas de acción son flojas, los personajes parecen salidos de un comic de baja calidad… pero nos gusta.
Y ¿por qué? pues porque evoca el sabor del oeste americano en algún sentido.
Ya solo las escenas del principio, en las que aparece Mickey Rourke a lomos de su chopper, por las carreteras de Nuevo México (que tal vez lleguemos a recorrer dentro de algo más de un mes) y las escenas del final, con un Don Johnson subiéndose encima de un toro en un rodeo a la luz de un sol al atardecer son suficientes motivos.
Por lo demás, se trata de una película de tíos duros, de peleas en antros de billar, de motos, vaqueros y de villanos salidos de un futurismo un tanto cuestionable, que trafican con una nueva droga de diseño que parece decir que el futuro será peor que el presente.
Y es que, parece que lo que se enfrenta en esta película es el clásico modo de vida americano con el nuevo estilo yuppie frío y calculador.
Don Johnson y Mickey Rourke: una extraña pareja
En esta película, Mickey Rourke ya empieza a apuntar maneras. Ya no es el seductor de «Nueve Semanas y Media», sino un tío cuya tendencia es a no asearse mucho (por lo cual recibió duras críticas de compañeros suyos de rodaje de algunas películas) y a llevar una vida un tanto disoluta.
Pero es Don Johnson el que realiza el mejor trabajo. Quizás por su ropa, quizás por su mirada, no lo sabemos. Pero Don Johnson evoca el oeste de los rodeos, de los vaqueros polvorientos, de las puestas de sol en el desierto.
En resumen, un película totalmente prescindible, pero entretenida.
Actualización del 16 de septiembre de 2011:
Acabamos de llegar de nuestro tercer viaje a Las Vegas. Allí nos hemos hospedado en el estupendo Planet Hollywood y, aunque puede sonar un tanto increíble, ¡¡nos han dado la habitación dedicada a esta película!! . Tal vez nuestro aspecto vaquero al entrar en recepción provocó que el recepcionista nos asignara esta habitación…
Actualización del 28 de enero de 2012:
Ayer por la noche volvimos a ver esta película y nos reafirmamos en lo dicho: película sencilla pero entretenida, y con sabor americano.
Muchos han sido los recuerdos que nos ha traído la película. Recuerdos de nuestro viaje por Nuevo México, de los desiertos que cruzamos,…
¡Qué recuerdos!
Mickey Rourke, al comienzo de la película, recorre el mismo tramo de carretera que la familia de la película «Little Miss Sunshine«, desde Las Cruces hasta Arizona (también nosotros recorrimos esa carretera en 2009…)
Actualización del 10 de marzo de 2012:
Acabamos de ver «Little Miss Sunshine» y tenemos que corregir el dato anterior. La familia no recorre la misma carretera, sino la I-40.
trasmitirla otra ves