Ayer por la noche disfrutamos de una película espectacular.
La última película de Quentin Tarantino hasta la fecha, «Django Desencadenado» («Django Unchained«, 2012), es una obra maestra de lo que parece un nuevo género creado por este inimitable realizador, y que podríamos denominar «western-blaxploitation«.
Sinopsis
Dos años antes de estallar la Guerra Civil en Estados Unidos, King Schultz, un cazarrecompensas alemán que trabaja bajo la tapadera de dentista y que sigue la pista de unos asesinos en Texas, rescata de una caravana de comerciantes de esclavos a Django, con el fin de que éste le ayude a atrapar a los forajidos, pues solo Django conoce sus rostros. A cambio, Schulz le promete la libertad así como una suma de dinero.
Él acepta, pues la libertad le permitirá ir a buscar a su esposa Broomhilda, esclava en una plantación de un terrateniente de Misisipi llamado Calvin Candie.
El primer western de Tarantino
Tarantino ya debía estar deseando indagar en el género western cuando escribió «Malditos Bastardos«, un film que, según los expertos, se asienta sobre los pilares de este estilo.
Ahora, con «Django Desencadenado«, se sumerge de lleno en el género aunque, como en el resto de su filmografía, sin abandonar su estilo personal.
Un film impresionante
Cada minuto de este film de larguísimo metraje rebosa intriga y fuertes emociones, y es el resultado de la maestría de quien no solo llegó a la fama por un golpe de suerte, como es Tarantino, sino que ha sabido mejorar y pulir su tan personal estilo hasta ofrecernos una película que, si no fuera por los altísimos niveles de violencia, la recomendaríamos encarecidamente a todos los públicos.
Desde la primera escena, en la que el cazarrecompensas rescata a Django de los esclavistas, pasando por la jocosa escena del sheriff abatido a tiros, la tensión va en aumento a lo largo de todo el film, hasta que estalla como una botella de soda abierta justo después de agitarse.
Desconocemos cómo es la película original en la que se basa («Django«, 1966), protagonizada por Franco Nero, quien tiene un papel en esta versión (seguramente como homenaje a su papel protagonista en la original).
Un reparto de auténtico lujo
Todo el reparto realiza un trabajo impresionante, destacando Christoph Waltz, en el papel de doctor Schultz. Ya había dejado el listón muy alto en «Malditos Bastardos«, pero aquí lo supera con creces. Nos ha robado el corazón.
También destaca Leonardo DiCaprio, un actor que ha ganado enteros con los años y que, a juzgar por los papeles que elige, parece obsesionado con huir de la candidez de ídolo adolescente de la que disfrutó en su juventud.
Jamie Foxx también realiza un buen y creíble trabajo.
Aunque, si tenemos que destacar un personaje impactante (además del interpretado por Waltz) ese es, sin duda alguna, el de Stephen (interpretado por Samuel L. Jackson), un auténtico hijo de puta al que da gusto odiar.
Rescatando actores olvidados
Tarantino es un realizador conocido, entre otras cosas, por rescatar del olvido a actores que vivieron tiempos mejores. En este caso, además de Franco Nero, el actor rescatado de las garras del olvido es Don Johnson, a quien hacía unos cuantos años que no veíamos en la gran pantalla. Luce espléndido en el papel de dueño de una plantación.
Una cruda reflexión sobre el esclavismo
Este film es, además de un espectáculo gore aderezado con humor irónico (e incluso absurdo) y diálogos inquietantes (como es costumbre en los guiones de Tarantino), una reflexión sobre el esclavismo, del que ofrece sus múltiples versiones históricas en Estados Unidos (desde la explotación de los campos de algodón hasta la lucha de mandingos o el esclavismo sexual).
Por supuesto, el director no desperdicia la oportunidad de ridiculizar al Ku Klux Klan.
Otra banda sonora ecléctica
En cuanto a la banda sonora, como en anteriores films de Tarantino, la forma un conjunto ecléctico de temas elegidos por él mismo y que son un reflejo de sus gustos musicales y de la búsqueda de la canción perfecta para cada momento clave del film.
En este caso, el director mezcla sin rubor, pasajes de bandas sonoras de Ennio Morricone de conocidos westerns (como «Dos Mulas y una Mujer«) con temas de James Brown, Jim Croce e incluso un tema del rapero Rick Ross compuesto específicamente para esta película.
Absolutamente recomendada para los amantes de la filmografía de Tarantino pero también para quienes deseen ver un film de acción con un carácter personal e innovador.
Cada uno de los 165 minutos del film satisfacen al más exigente.
Imprescindible.
Actualización del 16 de mayo de 2015:
Hoy por la tarde hemos vuelto a ver esta película y podemos asegurar que, si hubiéramos escrito hoy este artículo, lo habríamos hecho utilizando las mismas palabras.
Se trata de una película magnífica.