Ayer por la noche elegimos ver una película con un comienzo intrigante.
Se trataba de «El Último Testigo» («The Expatriate«, del año 2012, posteriormente retitulada como «Erased«).
Sinopsis
Ben Logan (Aaron Eckhart), un estadounidense experto en electrónica de sistemas de alta seguridad de última generación, que trabaja en una empresa de alta tecnología en Bruselas, descubre un día que su empresa no existe y la oficina en la que solía trabajar está vacía. Le informan de que los ficheros de su vida laboral y privada están borrados.
Posteriormente, acaba descubriendo que sus compañeros de trabajo están todos muertos.
Un film intrigante
Con un argumento así, quién puede resistirse a ver este intrigante film, rodado casi íntegramente en Bruselas. Sin duda, un comienzo así huele a una compleja trama de conspiración.
Reconozco que uno de los grandes motivos por los que decidí elegir esta película es que está protagonizada por Aaron Eckhart, al que considero un gran actor y al que Hollywood, por fin, parece ir dándole las oportunidades que merece.
A medida que transcurre la película, se observa el enfoque que el director quiere dar al film: una relación algo superficial entre padre e hija, que por unas circunstancias terribles, se ve abocada a mejorar. En fin, que bien podía haberse titulado «El expatriado y su hija«.
Parecidos razonables
En algún momento de la película, he recordado «Paycheck«. Quizás mi cerebro haya encontrado alguna relación entre ambas películas.
Aunque, puestos a hablar de películas que recuerdan a ésta, se nos ocurren dos: «Frenético» y «El Caso Bourne«, seguramente por desarrollarse en ambientes europeos y por la fuerte componente de intriga y acción.
Entretenida y bien realizada
Tanto el ritmo del film como la fotografía y el argumento son de alto nivel. Nos ha gustado, y creemos que es una película que hay que recomendar sin dudarlo.
Eso es todo. No queremos desvelar nada más.