Ayer por la noche vimos una de cine español.
Se trata de «No habrá paz para los malvados» (Enrique Urbizu, 2011), una película que quisimos ver en cine, pero nos fue imposible. Y, por fin, ayer pudimos verla.
Madrid. Un oscuro personaje, alcoholizado y demacracado, recorre los bares de la capital en busca de una última copa. Al final, se ve obligado a entrar en un prostíbulo, puesto que el resto de establecimientos están cerrados.
Allí, tras un desencuentro con una camarera y el dueño del local, este personaje, Santos Trinidad (José Coronado), acaba con la vida de tres personas.
Lo que, a priori, parece un exceso personal de Santos, inspector de policía con una hoja de servicio apabullante, pero que se ha dedicado a dar bandazos los últimos años de su carrera, resulta esconder una trama mucho más siniestra.
Mientras tanto, la juez Chacón, encargada de la investigación del triple crimen, le sigue los pasos, sin saber que, lo que parecía un simple caso de tráfico de drogas es, en realidad, algo mucho más peligroso.
Siento decir que se trata de una película de la que esperábamos más.
Y no es que no nos haya divertido. Realmente es entretenida, pero la dirección deja bastante que desear.
Tras un comienzo impactante, la película comienza suávemente a decaer en una farragosa investigación policial desarrollada de una manera lenta y muy confusa, en la que se echan de menos más escenas salvajes, duras, impactantes.
Y es que, lo que esperábamos, a tenor de lo que el trailer promocional mostraba, era una película a medio camino entre «No es país para viejos» y los ambientes de extrarradio de la mítica «El crack» (Jose Luis Garci, 1981), protagonizada por el genial Alfredo Landa.
Pero lo que más me cabrea es que el director desaprovecha el enorme potencial de Santos Trinidad y José Coronado. Podríamos haber estado ante un gran film de cine negro, pero se queda a medio camino entre varios enfoques mal desarrollados.
No obstante, es una película con una calidad que, a pesar de lo anterior, está por encima de la media del actual cine español.
De hecho, en el apartado técnico, se respira un nuevo estilo más hollywoodiense. Muy bien.
Recomendada.