Ayer por la noche decidimos ver una de las películas más raras que hemos disfrutado hasta la fecha.
Se trata de «Los Tres Entierros de Melquiades Estrada» («The Three Burials of Melquiades Estrada«, 2005), una película dirigida y protagonizada por Tommy Lee Jones, un claro ejemplo de madurez creativa (al menos para algunos) del conocido actor de Hollywood.
Sinopsis
En un pueblo de Texas cercano a México aparece semienterrado, en medio del desierto, el cuerpo de un espalda mojada llamado Melquiades Estrada que ha sido asesinado de un disparo. Las autoridades locales, al saber que se trata de un residente ilegal deciden dar carpetazo al caso y le entierran en el cementerio público.
Pete Perkins, el mejor amigo de Melquiades, cree que eso es una tremenda injusticia y decide investigar por su cuenta.
Estamos ante un film dramático, con un trasfondo social y un magnífico ambiente fronterizo.
Un film sobre los «sin papeles» mexicanos
La película muestra la dura vida de los mexicanos sin papeles que viven y trabajan en el sur de Estados Unidos. Pero también, la dura vida de los policías de frontera, y en especial el de sus cónyuges, que son destinados a lugares fronterizos.
El protagonismo de Tommy Lee Jones es claramente preponderante, reservándose el papel principal que, por otro lado, parece hecho a la medida, como no cabría esperar de otro modo, pero el trabajo de Barry Pepper como policía de frontera está a la altura de otros de sus conocidos papeles histriónicos.
Estilo y argumento experimentales
El título ya anticipa que la película es (o quiere ser) de corte experimental en algunos aspectos. De hecho, este film, con sus flashbacks y flashforwards, mantiene la intriga. Aunque, a su vez, el ritmo es inconstante y el último acto peca de demasiado largo.
No nos pondremos a filosofar sobre la película, sobre la simbología oculta en ella o sobre lo que el director quiso transmitir. No es necesario.
La verdad que, a pesar de lo truculento del guión y de lo surrealista que parece todo, la película engancha, aunque el final quizás defrauda un poco.
Maravillosa ambientación
La banda sonora es preciosa y los ambientes rurales están muy bien tratados.
Las localizaciones de rodaje son espectaculares y el ambiente, en general, impresionante. De hecho, como conocemos mucho del ambiente fronterizo de Estados Unidos, nos ha gustado particularmente porque nos ha traído muy buenos recuerdos.
El film está rodado en Odessa y otras muchas localizaciones de Texas, incluído el Big Bend National Park.