Hemos pasado una estupenda tarde de merienda en casa de Sara y lo mejor ha sido ver lo increíblemente recuperada que está. Eso nos ha dado una inmensa alegría después del susto de hace semanas.
Ha sido también la oportunidad de volver a ver a Rosana, embarazadísima ya y con las ganas lógicas de dar a luz.
Lo que sí hemos sentido es que Sara no esté del todo perfecta para poder venir a Bélgica con todo el grupo.
Precisamente del viaje a Bélgica hemos estado hablando, sobre todo, con Javi y Silvia, que están deseosos de que llegue el viaje.
Se notaban las ganas de que llegue el día aunque, para ser sincero, yo estoy un tanto descolocado con tantos planes, pues en mi mente está el viaje a Japón y, cómo no, el abandonado viaje al Oeste, del que apenas hemos mirado nada. Fernando me ha comentado que también está algo ofuscado, pues apenas acaban de llegar de Japón y ya tienen que pensar en meterse de nuevo en un avión.
Ha sido divertido volver a ver a Fernando e Isabel de nuevo, tras la cita de ayer.