Por fin, después de unos cuantos años he conseguido que Pilar quisiera ver la magnífica película «Amor a Quemarropa» («True Romance«, 1993), así que ayer hicimos los honores y metimos el DVD en el reproductor.
Sinopsis
El joven y solitario Clarence (Christian Slater) está celebrando su cumpleaños como siempre lo hace, 

A pesar de ello, a Clarence le da igual. Al fin y al cabo, 
Deciden casarse al más puro estilo de locura americana y comienza su vida en pareja, pero lamentablemente esto no es un cuento de hadas (normal y corriente). Como Alabama había sido prostituta, a Clarence comienzan a entrarle celos del chulo que la controlaba (Gary Oldman). Decide acabar con él y, a raíz de eso, todo se complica.
Un maletín lleno de cocaína, la mafia, unos productores de Hollywood y un montón de policía, se mezclan en esta trepidante película de amor y de acción.
Una road movie que llega al corazón

Un reparto impresionante
El reparto es de los que quitan el hipo: Gary Oldman se transforma (como suele ser habitual en él) para dar vida al sádico camello y proxeneta Drexl; Dennis Hopper da vida al padre del protagonista; Brad Pitt se pasa toda la película colocado, representando un papel de segundón total, y de los más divertidos de la película; Michael Rapaport es un amigo de Clarence que vive en Hollywood y le ayuda a conseguir el contacto con el que negociar la venta de la droga; James Gandolfini es el matón que persigue a la pareja, en busca de la droga; Tom Sizemore da vida a un policía un tanto pretencioso, mientras Chris Penn da vida a su compañero, completando ambos una pareja un tanto patética; Val Kilmer da vida a Elvis, el mentor del protagonista, si bien aparece siempre desenfocado en segundo término y sin apenas mostrarse su rostro; Bronson Pinchot, haciendo el papel de patético lameculos del productor de cine.

Guión de Quentin Tarantino
La película tiene bastantes diálogos memorables, entre los que destacan el de la azotea, cuando Alabama confiesa a Clarence que es prostituta, y el de Dennis Hopper explicándole a Christopher Walken que los sicilianos descienden de los negros.

Así, el personaje de Clarence se basó en el primer proyecto cinematográfico de Tarantino, «My Best Friend’s Birthday«, del que derivan algunos personajes más, buena parte del argumento e incluso algunas escenas.
El propio Tarantino vendió el guión con la intención de recaudar dinero para su ópera prima «Reservoir Dogs» (1992).
Un film de culto
Al poco tiempo, cuando la popularidad del joven cineasta aumentó, Tony Scott dirigió esta road movie que rápidamente se convirtió en una cinta de culto para fans del género.
La crítica tiende a ensañarse con Tony Scott. En muchos artículos se comenta que Scott desaprovecha la magnífica historia de Quentin Tarantino, pero nosotros estamos en desacuerdo.
Cierto es que casi todas las escenas más legendarias de este film (el encuentro entre Hopper y Walken, el personaje de Pitt) son producto del delirante y genial guión de Tarantino, aunque también hay que decir que el increíble reparto y la soberbia banda sonora (que, a pesar de su sencillez, ha llegado al Olimpo de las bandas sonoras clásicas), así como la estética efectista de Scott han recibido los mejores comentarios del público.

El estilo tarantino
Un toque típico de Tarantino es que entre los personajes se entablan conversaciones y situaciones de lo más pintorescas: el encuentro entre Clarence y Drexl en el club de este último; la conversación entre el gangster y el padre de Clarence; el paseo en montaña rusa que le dan al ayudante estúpido y donde se lo pasan de vicio Alabama y Clarence.
Hay otros toques tarantinescos, como el comienzo de la película, en que Clarence se dirige al cine para asistir a un ciclo de películas de Sonny Chiba, actor al que admira Quentin (y que trabajó para él en “Kill Bill”).

Y es que, teniendo entre medias el mundo de Hollywood no desaprovechan la oportunidad de ridiculizarlo.

No obstante, cuando Tarantino escribió el guión de «Amor a quemarropa» pensó en sí mismo como el protagonista, no en alguien atractivo como Christian Slater.
Su protagonista era alguien feo, una especie de antihéroe fracasado que, de repente, conoce al amor de su vida.
En la película de Scott, Clarence es un tipo extraño e inclasificable, algo más profundo; un personaje más cercano al cómic que a la primera película de Tarantino, «My best friend’s birthday«, donde los personajes pasan de la alegria a la tristeza y todo parece intrascendente. Irreal.
Por ello, «Amor a quemarropa» puede recordar a «Corazón Salvaje» de David Lynch, una película que, como la de Scott, nos cuenta un cuento de hadas (si atendemos al análisis clásico de «Corazón Salvaje» que dice que se trata de una versión durísima de «El Mago de Oz«), dentro de un mundo de sexo y violencia.
Según hemos podido leer en internet, “Asesinos Natos” iba a ser la continuación de esta película, una teoría nada descabellada si observamos que ambas explotan el estilo de las road movies y que las parejas protagonistas, en ambos casos, son los Bonnie y Clyde de los ’90.
Sin embargo, la secuencia por la que quizás esta película es recordada es la de la brutal paliza que le propina James Gandolfini a Patricia Arquette, digna de encabezar la lista de palizas de Hollywood.
Trailer de la película:
Actualización del 18 de mayo de 2012:
Acabamos de volver a ver, por enésima vez, esta película. Nos encanta.
Pero no recordábamos que saliera el tema «Outshined» de Soundgarden ni el tema «Two Hearts» de Chris Isaak.
Actualización del 24 de julio de 2012:
Por alguna inexplicable razón, se nos olvidaba comentar lo magnífica que es la banda sonora de la película, compuesta por el genial Hans Zimmer, un compositor con una larga carrera llena de éxitos impresionantes.
La banda sonora de «Amor a Quemarropa» es quizás una de sus mejores obras. Es preciosista y minimalista. Llega al corazón.
Actualización del 7 de octubre de 2021:
¡Cómo pasa el tiempo!
¡Casi 10 años desde la última actualización de este artículo!
El 6 de agosto de 2019 (¡qué lejos queda aquella fecha!), pocas semanas antes de realizar el hasta ahora último viaje por Estados Unidos, volvimos a ver este film y, a la vuelta de dicho viaje, olvidé actualizar este artículo para decir que algunos temas de la BSO formaron parte de aquel inolvidable viaje. Y, de hecho, cada vez que escucho esos temas, me vienen a la mente los recuerdos de la llegada a Los Angeles por la Pacífica 1.
¡Qué vueltas da la vida!




