Sin saber qué película elegir, ayer por la noche elegí una de Don Johnson.
«Tiro Mortal» («Dead Bang«, 1989) dirigida por John Frankenheimer, es un film de acción sin complicaciones.
Sinopsis
A Jerry Beck, un policía de Los Ángeles con un modo muy agresivo de trabajar, se le asigna la investigación de dos asesinatos que, a priori, parecen no tener relación ni móvil concreto. La vida de Beck es bastante desastrosa, con una familia desecha tras su separación.
Una película floja
Recuerdo en mi infancia haber visto en televisión publicidad en el estreno de esta película.
En ese momento, siendo como yo era un gran fan de «Miami Vice«, quise verla, pero no pude.
Ahora que he tenido la oportunidad, he de decir que, salvo algún curioso giro de guión, la película no tiene nada que me haga recomendarla vivamente.
Quiero decir que no es una malísima película, pero tampoco es un gran película. Tal vez, si lo fuera, habría acabado siendo más popular.
Supongo que el gancho del film (y casi el único motivo por el que parece que alguien pensó que podía ser un taquillazo) es la presencia de Don Johnson como protagonista porque, por lo demás, es básicamente una película policiaca sin apenas pretensiones.
Racismo como tema de fondo
El protagonista persigue a un asesino que, al igual que en la película «Malone«, resulta pertenecer a una organización racista proyanki neonazi.
Un policía con achaques
Don Johnson da vida al policía Jerry Beck, a quien los años parecen estar pasándole factura, lo que me ha recordado al papel de Steve McQueen en «El Cazador«.
Entretenimiento y poco más
En resumen, un entretenimiento al más puro estilo del cine de los ’80. Posiblemente en su estreno resultaba fresca e innovadora en algún sentido, pero en la actualidad apenas supera la calidad del cine dirigido a la televisión.
Por cierto, el protagonista, supuestamente, viaja a lo largo de varios estados para dar caza al asesino. Ha sido una desilusión descubrir que casi todo el film está rodado en Alberta (Canadá).
Una curiosidad: en Japón la película se tituló «Santa Monica Dandy«.