Ayer por la noche volvimos a ver un clásico de los ’90.
Se trata de «Una Proposición Indecente» («Indecent Proposal«, 1993), una película que, en su día, cosechó tanto éxito en taquilla como críticas y polémica.
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Sinopsis
David (Woody Harrelson) y Diona Murphy (Demi Moore) son un matrimonio de Los Angeles felizmente casado. Él es arquitecto y ella, agente inmobiliario.
Por culpa de un problema económico, ven peligrar su nivel de vida, por lo que deciden viajar a Las Vegas, donde buscan un golpe de suerte en los casinos que les dé algo de dinero.
Tras una mala racha apostando, conocen a un maduro y apuesto multimillonario (Robert Redford) que, en un momento de confianza, ofrece a David un millón de dólares a cambio de pasar una noche con su mujer…
Debate sobre lo que el dinero puede comprar
La película abre el debate de la moralidad. ¿Es moral ofrecer dinero por acostarse con alguien? ¿es moral que una persona casada acepte esa oferta? ¿realmente todo se puede comprar?
Adrian Lyne, director de «9 Semanas y Media» y «Atracción fatal«, consiguió otro taquillazo explotando la línea que tantos éxitos le había deparado hasta la fecha: argumento polémico que gira en torno a relaciones de pareja en las que se cuestiona la moralidad.
La película está basada en una novela (en este caso, de Jack Engelhard) lo que casi siempre es sinónimo de calidad argumental.
Esta película, al igual que muchas otras, tuvo, junto a un enorme éxito de taquilla (seguramente provocado por el morbo del argumento, aunque también por el lujoso reparto), unas críticas singularmente destructivas.
Gana calidad con el paso de los años
A pesar de ello, estamos ante una de esas películas que, en nuestra opinión, gana con los años, al igual que «Pretty Woman«, «Showgirls» o «Los Inmortales«, por poner ejemplos muy dispares.
Es un film interesante, lleno de atractivo, sensual, rodado con muy buen gusto y una técnica impecable.
La banda sonora la firma John Barry, un compositor con un larga lista de éxitos, que añade su toque personal: ese aire majestuoso y sofisticado que te transporta al escuchar las primeras notas.
El muelle de la reconciliación
Por cierto, el muelle de la reconciliación está en Paradise Cove Pier, Paradise Cove – 28128 Pacific Coast Highway, Malibu (California, Estados Unidos).
Una escena que, con esa bruma o neblina y esa luz de la mañana, por alguna razón, me ha recordado enormemente al día en que atravesamos el Big Sur en el descapotable (recuerdos, recuerdos…)